“Es doloroso sentir las miradas que intentan ver si abajo del pañuelo hay pelo o no”
En febrero de 2017 Carolina sintió una pelota en el costado izquierdo de su teta mientras se duchaba. Admitió, tiempo después, que había cometido el error de subestimar el episodio porque su vida se moldeaba en esos años- sólo con la vorágine del trabajo. Y las prioridades de su vida no la incluían. Por eso perdió varios turnos hasta que se encontró con la médica que le entregó la noticia. Ese fue el momento más difícil porque lo primero que se me cruzó fue la muerte, describe Carolina Magnalardo, neuquina, periodista y autora de La teta que tenía algo para decir, el libro que describe su experiencia con el cáncer de mama. [caption id="attachment_108701" align="alignright" width="512"] Caro realiza coberturas periodísticas de los principales torneos de fútbol femenino[/caption]
El cuerpo es tan sabio, reflexiona y continúa luego de un breve silencio: cuando estoy en una situación de enojo, tristeza, algo que se me va de las manos, siento un pequeño pinchazo en el lugar dónde tenía el tumor en la teta. Es como si me dijera, ey, ¿qué estás haciendo?.