17/04/2020

Andrea, la paciente recuperada en Choele: "Pensé bajar los brazos pero saqué fuerzas por mi hija"

Andrea, la paciente recuperada en Choele: "Pensé bajar los brazos pero saqué fuerzas por mi hija"
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Choele Choel.- El 4 de abril será una fecha difícil de borrar para Andrea Moalla. Ese día, a las 19, se comunicó con el Hospital e informó que tenía fiebre, registraba 39 grados. De inmediato se activó el protocolo porque, además, contó que había tenido contacto con Bernardo "Tato" Muñiz. "Trabajábamos juntos en la cárcel de Encausados de la ciudad, nos controlábamos la temperatura y cumplíamos con la cuarentena dentro del penal", contó Andrea, oficial policial.Andrea recordó que la buscaron del Hospital y ahí comenzó una experiencia que tuvo aires de pesadilla. "Me pusieron suero, empezaron a bajarme la temperatura, me hicieron placas", recordó. El sábado le hicieron el hisopado y el martes le informaron que había dado positivo su estudio de Covid-19.Durante la primera noche internada brotaron los primeros "síntomas horribles". Dolores de espalda, mareos, vómitos y en algunos momentos le faltaba el aire. Le suministraron oxígeno y así estuvo una semana hasta que el antibiótico empezó a hacer efecto sobre su neumonía porque los médicos detectaron que, además del virus, presentaba una neumonía leve.Mientras estuvo internada, Andrea hizo un especial esfuerzo para que su hija la viera bien, aunque el dolor era insoportable. Se mantenían en contacto a través de videollamadas. Nunca imaginó que iba a tener que atravesar esa dramática experiencia que sólo se veía con mucha frecuencia en televisión. "No hay que echarle la culpa a nadie, a cualquiera le puede tocar ", dijo.A medida que pasaron los días, su situación fue mejorando, la temperatura bajó. Y con dos días sin temperatura le hicieron el segundo hisopado. Negativo. Al día siguiente le hicieron el tercer y último test que volvió a dar negativo. "Me llamaron para decirme que me daban el alta definitiva", dijo con la voz fundida de emociones. Y las paredes de la pesadilla comenzó a desvanecerse.Las imágenes de su vida, las que están arropadas de inmenso afecto comenzaron a desfilar por su cabeza. "Mi familia, mi hija, mi trabajo. Es una sensación que no se puede explicar. Lo único que me propuse fue salir adelante. Y tratar de superarlo", recordó.

"Fue un golpe muy duro, conocía a toda su familia y con él teníamos una excelente amistad por el trabajo que compartíamos en el penal", reconoció Andrea sobre el fallecimiento de "Tato"

Las palabras en las redes sociales pueden ser contraproducentes en tiempos de recuperación. Crean un terreno indeseable para las personas que luchan para salir. "Me molestaba mucho todo lo que se hablaba. En esos momentos lo único que pensas es en recuperarte", comentó y reconoció que "hubo momentos en los que sintió bajar los brazos, pero saqué fuerzas por mi hija".Andrea estuvo comunicada de forma constante con los afectos. Llamadas, mensajes de su familia, los pastores de la Iglesia, sus amigos, los compañeros del trabajo. Todos alentando su recuperación. "Es un detalle inolvidable, la gente que estuvo conmigo desde el principio hasta que me dieron el alta", aseguró emocionada.Ella va a la Iglesia desde muy chica. Está convencida que la confianza en la fe es muy importante. Su familia también asiste a la Iglesia y "todo el tiempo oraron por mi". "Por suerte mi hija hace un mes que está con mis padres en Viedma, así que gracias a Dios no le tocó pasar por exámenes, ni nada de eso", dijo.Andrea es nacida y criada en Viedma. Empezó como cadete de la Policía a los 18 años. Prestó servicios en Cipolletti, San Antonio, Viedma, Las Grutas y actualmente cumple funciones en la Alcaidía de Choele Choel. Ya son 14 años en los servicios penitenciarios. Estuvo a cargo del penal durante 2 años."Mi familia me dio mucha fuerza todos los días. Pero Dios me dio otra familia en esta etapa", reconoció Andrea en referencia al personal del Hospital. La acompañaron en todo momento y permanecieron atentos a todos los detalles. Le dejaban en la puerta todo lo que ella necesitaba. "Al personal le debo todo. A partir de ahora son parte de mi familia", aseguró y dijo que contó con la asistencia del Comité de Crisis de la ciudad y los directivos del Hospital.Si bien fue dada de alta, Andrea tiene que seguir con las recomendaciones desde el nosocomio. Igualmente recibe controles todos los días. Pero de apoco. "Espero poder volver a trabajar", dijo entusiasmada.Los días que pasó internada fueron difíciles. Hubo un momento que el dolor ardió el pecho, fue cuando se enteró del fallecimiento de "Tato". "Fue un golpe muy duro, conocía a toda su familia y con él teníamos una excelente amistad por el trabajo que compartíamos en el penal".Andrea se guardó un mensaje para el final de la charla. Para los que lean esta nota: "Que se queden en sus casas, que respeten a las autoridades. Y que estén tranquilos, nadie está excepto de nada. No especulen porque no hay culpables. Yo no sé de dónde me infecté. Si te tiene que pasar, te va a pasar. Hay que calmarse, aceptar y tratar de salir adelante".

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