Beltranenses en el Safari de Villa Gesell: La pasión por nuevos desafíos los impulsó a volver

Luis Beltrán - Domingo “Mingo” Cirillo, mecánico de profesión, apasionado por los autos y motores de competencia comparte con el contador Darío Vázquez la misma pasión por los autos de carrera y ambos son piloto y co-piloto de Safari desde hace mucho tiempo.Recordando sus inicios como piloto de Safari, “Mingo” cuenta: “Comencé en el año 1996, tenía 15 o 16 años con un arenero DKW, después me compré un  147-1100, luego un 1300 hasta que alquilé un jeep y luego comencé a armar ya en mi taller mi propio auto de carrera y así poder participar en categorías superiores del Safari”.Por su parte, Darío recuerda que su primera experiencia en esta competencia la hizo en moto, con una XR 250 en el año 2007, al año siguiente le alquiló un jeep a Mingo “El Coyote” para probar en la categoría Jeep simple. Finalmente lo adquirió y comenzó a competir el calendario establecido al año siguiente.A partir de ahí, cada uno como pilotos y sus respectivos co-pilotos, comenzaron a compartir la pasión del Safari por varios años,  atravesaron momento de alegrías y algunos sinsabores porque, como dicen ambos safaristas: “en este deporte no solo importa ganar,  tiene un mérito aparte el llegar y finalizar cada etapa de la fecha”. Recordemos que el Safari es una competencia automovilística que se desarrolla en diversos lugares de nuestra provincia. Por eso, Vázquez destacó que “es muy importante el apoyo de nuestras familias debido a que son varias fechas, varios kilómetros que se recorren. Es, además, fundamental el acompañamiento del equipo, sin ellos sería imposible poder llevar adelante este deporte”.Las competencias tienen como particularidad que los trazados a recorrer se van ubicando de forma aleatoria en los campos cercanos a las ciudades y pueblos. Son circuitos a campo traviesa que albergan a toda la familia safarista así como también a los cientos de seguidores de esta competencia en un calendario anual.

“La experiencia fue increíble, sabemos que estamos en desventaja con respecto a los autos que participan. Hay mucho trabajo por delante si es que decidimos correr todo un campeonato..."

Cabe destacar que, con el correr de los años, la categoría fue evolucionando hasta alcanzar altos niveles competitivos y de seguridad tanto en la mecánica como en la adecuación de los vehículos para sortear los importantes obstáculos que se pueden presentar en una “hoja de ruta” o trazado que pone a prueba la astucia de los pilotos.En el año 2016, se unieron para pilotear el jeep simple “El Feo” y la dupla Cirillo - Vazquez  se consagró en su categoría, sin saber en ese momento que se aproximaría una pausa deportiva porque Mingo, dueño del auto, decidió venderlo. Sin dejar de sentir las vibraciones de los motores ni la adrenalina del safari, el taller fue el escenario para comenzar con un nuevo desafío y así,  un nuevo jeep fue adquirido para diseñar un 4x4 denominado “El Demoño” para competir en los años siguientes.La pandemia hizo que se suspendieran por un largo periodo las actividades, aunque ya entrado este año se realizaron algunas carreras, un nuevo desafío volvió a motivar a estos pilotos beltranenses.En esta oportunidad, el incentivo fue el Safari en Pista en el circuito Municipal Luis “Hurricane” Pighetti en la ciudad de Villa Gesell organizado por la Asociación de Safari y Areneros “ASAU”.La competencia se realiza en una pista de 3 kilómetros construida entre dunas y médanos, las clasificaciones son el día sábado con 6 vueltas y el domingo se realiza la final con un recorrido de 12 vueltas participando de la misma varias categorías.El pasado fin de semana dijeron “presente” en Gesell y debieron adaptar el auto. "Cuando nos comunicamos con la organización, nos incentivaron a que nos presentemos, nosotros fuimos con la idea de conocer el terreno, ver de qué se trata más que nada porque es totalmente distinto a lo que estamos acostumbrados”, comentó muy entusiasmado Cirillo a su regreso después de haber logrado el cuarto puesto en la final. Sin lugar a dudas, es un nuevo desafío para estos pilotos de amplia trayectoria en el safari regional. “La experiencia fue increíble, sabemos que estamos en desventaja con respecto a los autos que participan. Hay mucho trabajo por delante si es que decidimos correr todo un campeonato, pero el recibimiento de los organizadores, el entusiasmo de los demás pilotos del lugar por conocer lo que hacíamos nosotros y la hospitalidad con la que nos recibieron, superaron nuestras expectativas”, concluyó Vázquez.Por Estudiante Comunicación Social - Skretkowski Mariela