Cansada, la Federación reclama por la demora en la unificación

En virtud de los tiempos transcurridos, la Federación de Sociedades Rurales manifiesta su inquietud en la demora para la firma de la Resolución que autorice los movimiento de hacienda y carne con hueso desde Patagonia Norte A hacia Patagonia Norte B y Sur.La integración sanitaria, productiva y comercial de todo el territorio patagónico en lo que a la actividad ganadera refiere es un anhelo de años por el cual los productores y los diversos gobiernos han trabajado arduamente por más de 30 años.Logrado el reconocimiento por parte de la Organización Mundial de la Salud Animal (OIE) hace ya dos años, era de esperar que la unificación comercial ya se hubiese producido. No obstante a ello, en múltiples reuniones realizadas con el organismo sanitario nacional se asumió el compromiso de unificar definitivamente el territorio patagónico, lo que inexplicablemente se dilató más de lo debido.En la última reunión mantenida con la máxima cúpula del SENASA se acordó que la ansiada medida entraría en vigencia a partir de los primeros días de abril. En función de la demora en su implementación, los productores ganaderos rionegrinos manifestamos nuestra preocupación, ante el riesgo de que una vez más no se cumpla con el compromiso asumido.Desde la Región Sur Rionegrina se solicita la urgente decisión de la apertura de los movimientos de animales, en este caso principalmente ovinos, para de esta manera contribuir al tan deseado redoblamiento lanar diezmado por tantos años de sequía y los efectos nefastos que trajo aparejado la ceniza del volcán Puyehue en 2011. Debido a la fecha calendario que nos encontramos es imprescindible tal decisión, postergada ya varias veces, ya que son varios los productores que están en condiciones de mover hacienda antes de que lleguen los intensos fríos invernales. La demora en la medida, significa el atraso de un año productivo, en función del ciclo fisiológico del ganado menor.La consolidación de la ganadería bovina, la tracción que ésta genera sobre el desarrollo de los valles irrigados, el agregado de valor local y el acceso a mercados mundiales que reconocen la virtud de los productos patagónicos, se basa en la unificación del territorio patagónico, y los productores no entendemos la dilación de las decisiones que deben asumir los organismos estatales.