05/06/2021

"Caruli" Iturburu: La bicicleta como herramienta de solidaridad

"Caruli" Iturburu: La bicicleta como herramienta de solidaridad
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Choele Choel.- En toda localidad existen vecinos que, a través de sus actividades laborales o personales, van moldeando la historia de la ciudad. En este caso, la historia de Luis Claudio "Caruli" Iturburu quien, a lo largo de sus 32 años de profesión de bicicletero, fue moldeando un perfil solidario que lo hizo conocido en todo el Valle Medio.Caruli, como le empezaron a decir sus compañeros de la secundaria, nació en General Roca, y a los 13 años se vino a vivir a Choele, debido a que su padre tuvo que venir a trabajar a una empresa de neumáticos. "Cuando me vine, comencé a estudiar como pupilo en el Colegio Salesiano de Luis Beltrán. En segundo año, me vine al colegio Nacional de Choele, donde continué mis estudios".Siempre le gustó el deporte: "Me fascinaba la gimnasia artística, y practiqué un tiempo atletismo. Llegué a ser campeón provincial en 100 metros libres en el año 1.978. No llegué a competir en el Nacional porque no me entrené en ese momento, y luego me desgarré una pierna, lo cual me imposibilitó continuar con esa actividad", explicó Claudio.Luego, le tocó hacer el servicio militar. Al volver, "las ganas de continuar estudiando se me habían pasado", entonces empezó a trabajar. Entre esas actividades, comenzó nuevamente a hacer atletismo lo que le permitió descubrir que habían muchas cosas para hacer. "Me incliné por enseñar este deporte. Descubrí que a través del mismo, podía sacar chicos de la calle. Trabajé con muchos chicos que tenían conflictos familiares y personales", detalló emocionado.Durante el gobierno municipal de Néstor Pérez, presentó un proyecto para la creación de la escuelita de ciclismo. Cuando lo aprobaron, en el año 1.992, trabajó para el municipio local en esta actividad.

"Lo poco que cobraba, lo invertía. Mi primer sueldo me alcanzó para comprar una bicicleta y un gancho de chorizos, e hicimos una choriceada para los chicos de la escuela. Y la bici la sorteamos entre los que no tenían. Así, fui formando la escuela".

"Disfruté mucho de esos momentos. Acompañar a estos chicos fue muy gratificante, los sacaba un poco de la calle y los mantenía entretenidos. Chicos que hoy en día son padres, cuando llevan a sus hijos al taller les cuentan: "él fue mi profesor y mi amigo". Son palabras muy emotivas para cualquier persona".Años más tarde, decidió destinar el día de su cumpleaños a "donar su día" por alguien que lo necesitara. En 1.996 tuvo la idea de realizar una maratón: "di vueltas durante 12 horas sin parar alrededor de la Plaza San Martín. En esa oportunidad, juntamos 2 camiones con alimentos para colaborar con el Hogar de Ancianos que recién se formaba. Allí, los vecinos me iban a ver dar vueltas y llevaban alimentos para colaborar con esta campaña solidaria. Fue un momento que hasta el día de hoy, muchos recuerdan".Pero Claudio, fue por más. Al año siguiente, realizó lo mismo durante 48 horas: "Me faltaron sólo un par de vueltas para llegar a los 1.000 kms. Las piernas no me daban más, pero igualmente fue una experiencia personal inolvidable"."En 1999 inventé una bicicleta que se impulsaba con las manos. Siempre me gustó innovar e inventar cosas, y con esta bici hice 12 horas de maratón. Todos los años me acompañaba una radio local, y con estas odiseas juntábamos alimentos para diferentes entidades".Otra caravana muy recordada, fue la que hizo con su gran amigo Martín Pegüenche. Con él, hicieron la ruta Choele - Chimpay. Martín corría y Claudio lo acompañaba en su bici. En esa oportunidad, lo recaudado lo utilizaron para comprar 2 ecógrafos para neonatología del Hospital local. "Fue una proeza muy grande en lo deportivo, pero además, fue muy satisfactoria porque logramos juntar el dinero para la compra de estos elementos médicos", explicó orgulloso.Por todas las actividades solidarias que hizo, durante el gobierno de Jesús Zuain, el Concejo Deliberante lo homenajeó con la mención de "ciudadano ilustre".Una de las historias más divertidas, y que lo describe tal y como es, fue para sus segundas nupcias. "Mi esposa se fue en un auto al casamiento, que lo hicimos en la Isla 92, y yo, llegué en una bicicleta todo terreno, acompañado por un gran número de amigos, que decidieron sumarse a este momento tan especial en mi vida", contó Claudio.

"Cuando me vaya de este mundo, quisiera que la caravana sea muy larga, y en lo posible, en bicicletas", sumó a la entrevista de modo emotivo y con una sonrisa entrecortada.
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