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Caso Solano: hace un año se iniciaban los trabajos en el jagüel
Choele Choel.- Enero del año pasado había comenzado agobiante. Altas temperaturas eran una constante en aquel verano eternamente caluroso. Pero el viernes 26 la aguja no subió demasiado, aunque sí la humedad y el viento insistidor y molesto. No fue una jornada agradable desde ese punto de vista. Hoy se cumple un año de aquel hecho, la operación para bajar al jagüel. Unos días después, el 20 de febrero, comenzaba el Juicio Oral y Público que determinó las responsabilidades de los siete policías en la desaparición forzada seguida de muerte del trabajador Daniel Solano, ocurrida en noviembre de 2011.
El fiscal Daniel Zornitta había sido el primero en llegar a la estancia La Manuela, ubicada en el kilómetro 977 de la Ruta Nacional 22, a unos 25 kilómetros del centro de esta localidad en dirección a Río Colorado. Ya estaban los gendarmes allí. El reloj marcaba las 9. Atrás de él lo hizo Amelia (foto), una de las cuatro antropólogas que llegaron desde La Plata para examinar lo que se extrajera del pozo.Un rato después arribaban al lugar donde un testigo había declarado que en el jagüel abandonado estaba el cuerpo de Daniel Solano, los operarios de la empresa salteña Perterser; los abogados Leandro Aparicio y Sergio Heredia; el padre Cristian Bonin; las otras tres antropólogas; representantes de organizaciones de Derechos Humanos, militantes y dirigentes de Unter. También don Gualberto Solano y el juez de Garantías Roberto Gaviña. La demora fue una reunión realizada en la parroquia. A las 11 de la mañana comenzaba la tarea de limpieza del pozo.
La maniobra para ingresar al campo les tomó unas cuatro horas. Apenas ubicaron los equipos al lado del pozo, don Gualberto fue lapidario: "el pozo fue adulterado, se ve muy distinto a cuando se lo vio hace dos años y medio". Al día siguiente, una cámara registró el estado del pozo y las condiciones de lo que había en él e inmediatamente comenzaron con la extracción del material.Quedó asentada la adulteración cuando compararon las filmaciones recientes con las del 2015. Lo primero que se notó fue que faltaba la heladera.
Durante cinco días estaremos vaciando el pozo y tamizando todo el material que se encuentre en búsqueda de evidencia que sea de interés probatorio para la causa. Con todo lo que recolectemos, que pueden ser diferentes materiales como indumentaria o cosas personales, no sólo restos óseos, se trasladarán a la morgue de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y allí se procederá a hacerse los peritajes, explicaba Celeste, otra de las forenses.
Se esperaba que los trabajos duraran por lo menos cinco días, pero fueron muchos más en función de las dificultades que presentaba el vaciamiento y búsqueda de los restos. No pudo ser así. Un día antes, un equipo de perforación había llegado al lugar.
Los trabajadores salteños no paraban ni un minuto y los antropólogos fueron cambiando pero el material extraído fue muy escaso. Aparecieron más irregularidades, como una capa de hormigón que hizo que debieran probar con otros elementos, incluso uno de ellos haberlo fabricado en un taller choelense con indicaciones de expertos neuquinos. Fue difícil.
Pudo bajar un trabajador al fondo del pozo, derribando la hipótesis del entonces juez Julio Martínez Vivot, quien en base a testimonios de jagüeleros, se negaba a permitir el descenso. Un tiempo después, Santiago Ayala -gerente de Peterser- y los trabajadores regresaban a Salta.HACE UN AÑO-El juez Roberto Gaviña expresaba: “hemos acordado hacer un esquema de trabajo con horario de corrido, incluso sábado y domingo, para acelerar y encaminar de manera rápida esta tarea. Estaremos desde la mañana hasta que caiga el sol trabajando en el lugar”.-El Gobierno de Río Negro aportó por entonces un millón de pesos para que la empresa salteña Perterser pudiera realizar la tarea.-La medida había sido solicitada por la querella hacía más de dos años, pero la Justicia dilató la autorización para la pericia, considerada clave por los abogados de la familia Solano.
