Choele Choel se encendió en las calles con un interminable "¡dale campeón!"

Choele Choel.- El mejor jugador del mundo vio los ademanes inconfundibles del árbitro para determinar el "final", se desplomó y cayó al suelo del Maracaná. Se tapó la cara con las manos para llorar.En ese instante, todos sus compañeros -también informados sobre el desesperante desenlace-  salieron disparados a abrazarlo. Y en apenas unos segundos, Lionel Messi se convirtió en una montaña de camisetas celestes y blancas.Pasaron 28 años desde el último sorbo del néctar que todos anhelan. Ese que tiene un sabor que no es comparable con nada en el fútbol. La Selección Argentina volvió a levantar la Copa América. Fue en Brasil y frente al monstruoso equipo local.

Pasaron 28 años desde el último sorbo del néctar que todos anhelan.

Y en cada rincón argentino, hubo fiesta. En Choele Choel, los autos salieron disparados para celebrar con bocinas, camisetas, banderas y todo elemento físico que combinara el "celeste y blanco".Durante un buen tiempo, la alegría y la emoción se ocuparon de tapizar con prolijidad las calles y el aire.La ciudad se convirtió en un festejo, muy cerca de su aniversario. Como si para este año se hubiera preparado un regalo más, fuera del protocolo.