Cómo impactó el aislamiento social en el clima

Las medidas de aislamiento social impactaron positivamente en la naturaleza: aire más limpio sobre las grandes ciudades, montañas visibles desde centenares de kilómetros. En efecto, las observaciones realizadas en estos meses indican que hubo una reducción en las concentraciones de algunos gases, como el dióxido de nitrógeno, componente clave de la polución urbana que tiene una vida relativamente corta.Pero los científicos siguieron investigando el tema y parece no haber mucho espacio para el optimismo, porque los gases de efecto invernadero, que son claves en el calentamiento global, permanecen en la atmósfera y el océano mucho más tiempo de lo que podría llegar a durar esta pandemia.La evidencia reciente muestra que las medidas tomadas por el COVID-19 no tienen gran impacto en un problema que requiere acciones a largo plazo, como es el aumento en las concentraciones de dióxido de carbono. Este gas puede vivir en la atmósfera por siglos y es indispensable que se trabaje de manera urgente para aplanar esta curva. Es decir, el aislamiento social y su impacto positivo en la disminución de algunos gases, no reemplaza a la acción climática necesaria para hacerle frente al calentamiento global.Estos temas están en la agenda de debate de una serie de discusiones en torno al COVID-19, que está llevando a cabo la Red Medioambiental de Ginebra (GEN, por su nombre en inglés). El encuentro del último jueves tuvo como protagonistas al tiempo y el clima y el impacto que se está viviendo en materia de datos, proyectos y cooperación internacional.“Una de las cosas que el COVID-19 nos demostró es que la ciencia es central”, afirmó Bruno Pozzi, de la oficina europea del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Es por eso que ninguna rama de la ciencia debe dejarse fuera en este contexto, en especial lo relacionado al clima de nuestro planeta. (Fuente Servicio Meteorológico Nacional)