El médico curado en Río Colorado: "Es duro manejar la cabeza, el miedo lo tenés todo el tiempo"

Río Colorado.- Cristian Real es nacido y criado en Río Colorado. Estudió en Bahía Blanca y tiene dos hijas. Es médico terapista y se especializó en terapia intensiva. Hace clínica médica en el Hospital José Cibanal. Y hace pocos días la vida le propuso una experiencia impensada; su rostro y la emoción recorrieron las redes sociales porque ingresó al grupo de personas recuperados del Covid-19 en la Provincia."No puedo precisar el punto de contagio", aclaró Cristian aunque supone que pudo haber sido por el contacto con una paciente que había estado infectada. "A esa señora la traté un día antes de que comenzara con los síntomas", señaló y aclaró que aplicó todas las medidas protocolares de prevención. "Pudo haber sido ella, otro paciente, en la calle, la verdad que no sé", admitió.El recorrido por la enfermedad comenzó con fiebre y decaimiento. Por ese motivo se dirigió rápido al Hospital y de inmediato le realizaron el hisopado. Y quedó internado. Avisó a sus contactos con los que había tenido vínculo, tanto pacientes como colegas, y quedaron todos aislados. Al día siguiente, le entregaron la noticia. El hisopado había entregado el indeseado "positivo".

"Ya es difícil atender a un colega y si el colega se pone en médico y no como paciente, es peor", explicó el médico Cristian Real

reconoció porque, obviamente, él, como médico, conoce los detalles de la enfermedad. Estuvo pendiente del tratamiento. "Gracias a Dios la evolución fue buena, la fiebre fue bajando de a poco", contó e hizo una aclaración que resulta inevitable: "los médicos somos los peores pacientes".El primer día fue atendido por el Doctor Claudio Caballero, que después debió aislarse. Y luego continuó con el tratamiento y el seguimiento la doctora Belén Cabrera, "que lo hizo de manera impecable. Para ella no fue nada sencillo, mucha presión". Cristian no ahorra en agradecimientos y elogios para sus colegas, el personal de cocina, administrativos y directivos."El miedo lo tenés todo el tiempo", aclaró con estricta sinceridad Cristian sobre las emociones que lo invadieron luego de conocer el resultado positivo del hisopado. Sin embargo, algunas cosas lo mantuvieron tranquilo. No había presentado patologías previas, no es fumador, y tampoco presentó otro tipo de enfermedades respiratorias. Y además, la fiebre empezó bajar con el paso de los días.Cristian está eternamente agradecido a todo el personal del Hospital José Cibanal "que mostró profesionalismo y una calidad humana increíble". Reconoció que hizo un inmenso esfuerzo para comportarse como paciente y así no complicar el trabajo de los profesionales. "Ya es difícil atender a un colega y si el colega se pone en médico y no como paciente, es peor", explicó."Hay que respetar mucho a esta enfermedad", destacó a modo de conclusión. "La cabeza nos juega muy en contra. Esto hay que pasarlo, todavía no está la vacuna, así que hay que tomar todos los recaudos. Y hay que cumplir con los pasos que indican los profesionales". Hay que cumplir la cuarentena y mantener las distancias. También reconoció que como paciente es difícil no mirar los interminables noticieros que se refieren al coronavirus. "Pero hay que evitar el estrés que provoca tanta información", aconsejó.También fue inevitable que en algún momento del aislamiento asomara la pregunta "por qué a mí". "Siembre fui creyente así que me aferré a mi religión", reconoció. Los mensajes de aliento lo abrazaron siempre a través de mensajes, videollamadas con familiares, compañeros de trabajo. Y sobre todo con sus hijas. "Fue un aprendizaje inolvidable", destacó.