23/04/2022

Historias de La Julia: La bañada de la hacienda lanar

Historias de La Julia: La bañada de la hacienda lanar
Captura de pantalla 2022-04-23 a la(s) 09.02.15
Captura de pantalla 2022-04-23 a la(s) 09.02.15
Por Ricardo E. GarbersAdemás de la esquila que se hacía con la posterior bañada antes de regresar la hacienda al cuadro, había otra tarea de importancia a lo largo del año en el cuidado de la hacienda lanar y esta era la señalada.Aquí intentaré describir como eran las tareas de la bañada inmediatamente posterior a la esquila de las que participé desde niño hasta mi temprana juventud, a mediados de la década del 60, en que la casi totalidad de los ovinos fueron suplantados por la hacienda vacuna. Desde hacía más de 10 años estaba en crisis la producción de la lana.Cuando llegaba la época de la bañada todo el mundo en La Julia se movilizaba y se aprestaba a hacer el tratamiento sanitario contra la sarna de las ovejas que afectaba el valor comercial de vellón de lana, sacrificio de todo un año de trabajo y esfuerzo.Eran muchos cuadros que debían juntarse, uno por día, pero si la hacienda de ese cuadro era mucha se tardaban dos días entre juntada, baño y regreso al cuadro.Aquí abajo se detallan los cuadros en había que juntar las ovejas: Salado – Las Viejas – Centenario – Carneros – Agua Dulce de Abajo – Agua Dulce de Arriba – Boliche – Plantel Lincoln - Consumo – Del Medio – de las Vacas – Cuadro Grande y Vitalini. Eran 14 cuadros con lanares y llevaba casi como un mes o más tener toda la majada bañada contra la sarna.En los demás cuadros (La Quinta – Núñez – Potros – Isla de Abel y Fiscal) solo había vacunos, yeguarizos y tropilla. Lo demás eran chacras de alfalfa.Se juntaban las ovejas de cada cuadro por la mañana, se iban esquilando y posteriormente se bañaban con antisárnico, finalizando esa tarea a la mañana siguiente, se aprovechaba también para capar algunos borregos, apartar las ovejas viejas y una vez finalizadas las tareas se regresaba la hacienda en arreo a su lugar de origen.[caption id="attachment_153963" align="alignnone" width="512"] Galpón de esquila y corrales de encierre[/caption]
Previamente, antes de iniciar la bañada había que preparar la bañadera con el agregado de agua nueva usándose un gran piletón de 5.000 litros de capacidad para cubicarla y en base a la cantidad de agua que se agregaba a la bañadera se dosificaba el antisárnico que venía en grandes botellones de vidrio protegidos por un cajón de madera que lo rodeaba.[caption id="attachment_153965" align="alignnone" width="497"] Botellón de 20 litros de antisárnico[/caption]
En el bañadero, y a lo largo de sus 20-25 metros, la oveja debía ser sumergida tres o cuatro veces a lo largo del recorrido para que el agua con antisárnico cubriera toda su lana, incluso la cabeza y el lomo.
Para eso cada bañador tenía una horquilla con la cual hundía al animal. No debía dejarse ni un solo animal sin que haya sido sumergido correctamente varias veces.[caption id="attachment_153967" align="alignnone" width="512"] Horquilla para bañar ovinos[/caption]
La horquilla no solamente servía para sumergir la oveja en el agua de la bañadera sino también para enganchar las ovejas del cogote y darlas vuelta cuando habían entrado a la bañadera en sentido inverso (mirando para atrás) y también para cuando algún animal estaba sumergido más tiempo del conveniente, trayéndolos a la superficie y ayudarlos a seguir su trayecto.[caption id="attachment_153968" align="alignnone" width="512"] Jornada de trabajo con las ovejas - 1956[/caption]
Recuerdo una vez que mi hermano Germán, que tendría unos 10 a 12 años más o menos, le erró con la horquilla al cogote de un animal y siguió de largo dentro del bañadero cayendo entre las ovejas. y al instante, como rayos, dos peones se agacharon y lo tomaron del brazo y de una pierna y lo sacaron afuera. Rápidamente se abrió la canilla del piletón y se lo lavó bajo el chorro de agua limpia del molino para quitarle el líquido antisárnico impregnado.Una vez pasada la urgencia toda la peonada reía y comentaba sobre lo acontecido, mientras mi hermano estaba sentado en el borde del piletón, completamente mojado, tímidamente sonriente, con los ojos enrojecidos por el producto antisárnico. Por suerte no pasó a mayores.[caption id="attachment_153969" align="alignnone" width="512"] Personal agarrando las ovejas para zambullirlas en el bañadero[/caption]
Para meter las ovejas en la bañadera, se las tomaban por una pata trasera y se la dirigía al bañadero donde era lanzada por una especie de tobogán. Había que agarrarla fuertemente porque el animal sacudía la pata para soltarse y esa fuerza que se hacía con cada oveja repercutía al final del día dejando la palma de la mano como lastimada.A la tardecita, después de bañarnos había que ponerse alguna pomada para estar listo para la tarea al día siguiente. Mi abuelo nos ponía un ungüento hecho a base de grasa de capón con alcanfor que era excelente para estos casos y para cuando nos paspábamos las piernas de andar a caballo (le decíamos bifes) al principio de las vacaciones. Una vez curado ya no había más problemas por el resto de las vacaciones; “ya se había hecho callo” (así le decíamos).
Retomando las tareas de bañada, una vez recorrido todo el largo del bañadero las ovejas subían por una escalera al corral resumidero, donde el líquido que escurría del vellón era regresado al bañadero por la pendiente misma del piso.Había dos corrales resumideros y una puerta vaivén abría para un corral o para el otro para aprovechar y apartar las ovejas si era necesario. A las viejas se la tizaba en el cogote o el lomo con tiza azul o roja y esas iban a consumo.[caption id="attachment_153970" align="alignnone" width="512"] Agarrando las ovejas[/caption]
En el ambiente había un olor muy característico mezcla de lana húmeda con remedio y tierra levantada por los animales al moverse.Eran tareas divertidas y parecía que el cansancio nunca llegaba. Había que estar alerta y cumplir las tareas con cuidado y dedicación. No por ello escaseaban los chistes, las indirectas y las referencias jocosas entre todos los presentes.Todo era válido para tener velocidad y eficacia en el trabajo. Eran miles y miles de ovejas que había que bañar y finalizado esto salir con el arreo de regreso a su cuadro de origen antes de la media tarde, ya que dichos arreos son lentos, monótonos y llevan mucho tiempo.No era cuestión que lo agarrara a uno la noche con un arreo de ovejas.A veces era tan lento que íbamos caminando por detrás de las ovejas, charlando o contando chistes, con los caballos de tiro ya que era mucho más llevadero caminar que ir arriba del caballo a paso lento. Algunas veces hasta parecía que uno se iba a dormir arriba del caballo.[caption id="attachment_153971" align="alignnone" width="453"] Bañadero de ovejas y los bañadores con sus horquillas[/caption]
[caption id="attachment_153972" align="alignnone" width="492"] Finalización del baño con antisárnico.[/caption]
En algún momento de la década del 40 llegó a haber cerca de 20.000 ovejas en La Julia y esa misma cantidad figura en el inventario de 1908 en ocasión de la compra del campo por parte de Guillermo Garbers, mi bisabuelo.Cuando se realizó la subdivisión de La Julia entre los 5 hermanos Garbers Bianchedi, en los años 1974-75 ya solo quedaba un pequeño rodeo ovino para el único fin de consumo (faena), estando poblado el establecimiento casi exclusivamente de ganado vacuno.[caption id="attachment_153973" align="alignnone" width="512"] Galpón de esquila y su molino[/caption]