09/04/2022

Historias de La Julia: Los Bonifacio, hermanos afro-julienses

Historias de La Julia: Los Bonifacio, hermanos afro-julienses
Captura de pantalla 2022-04-09 a la(s) 16.08.04
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Por Ricardo E. Garbers.Los Bonifacio eran tres hermanos descendientes de africanos, si bien Perico era un poco más alto con su 1,75 metro, Eleuterio no superaba 1,55 metro de altura. Todos ellos eran de físico enjuto, cabello rizado y tez renegrida. Todos ellos eran muy alegres y amables en las conversaciones. Los tres vivieron largo tiempo en La Julia.
No tuve la suerte de conocer a Matilde, la hermana mujer de los Bonifacio. Matilde estaba casada con el “Chino Floro” puestero en El Fiscal, a unos 20 kilómetros del casco de La Julia.Perico y Eleuterio eran hombres de a caballo, colaborando en cuanta juntada de hacienda en cuadros grandes hubiera, siempre predispuestos.
Eleuterio y Perico Bonifacio en el corral de las ovejas
Perico era peón de campo y en su tiempo fue puestero en La Vitalini, predio de 7.500 hectáreas (3 leguas) en un solo lote, arrendado a la familia homónima de Bahía Blanca durante más de treinta años.Me contaba Riqui Munilla un sucedido a Perico en una oportunidad durante la faenas de campo:
“Antes de la madrugada, cuando era de noche aún salimos de La Julia con Bucci, Millallán y todos los peones (unos 20 a 25 en total), rumbo a la rinconada de afuera del Cuadro Grande. El madrugón se debía a lo lejano del punto de inicio de la juntada y a que se trataba del cuadro más extenso de la estancia, lo que hacía que fuera una ardua tarea.”
“Perico iba en un bayo entero, padrillo que era de él, galopando y yo a la par por la misma huella. De repente el bayo pegó una rodada espectacular. Todo muy rápido, y mientras el caballo rodaba Perico corría a la par con las riendas en la mano.”
“Cuando todo paró, la cara de asombro de nuestro afro-juliense fue indescriptible: ¿cómo había caído parado y seguido de pie? Una verdadera proeza en tan rápido accidente.”“Fue entonces que Millallán (el capataz) se acercó con el Chorizo, su caballo preferido y lo cagó a pedos a Perico porque al caer parado no le pisó la oreja al bayo para sacarle la cabezada. Perico lloró por los nervios y por el reto recibido.
"Todo era una broma con la cara de seriedad de Millallán. Creo que me reí hasta que en esa siesta me quedé dormido."
Eleuterio realizaba por lo general tareas en el casco, desde ayudante de cocina, faenador de ovinos para abastecimiento del personal, puesteros, chacareros y la casa principal. Se lo llamaba Chivero, porque en su tiempo (yo no lo viví a eso) era el que cuidaba la majada de chivos para consumo.En mis tiempos jóvenes, en La Julia se faenaba en general ovejas viejas engordadas en un potrero cercano a las casas que se llamaba Cuadro del Consumo.Siendo chicos a veces íbamos a ver cuando Chivero degollaba la oveja, que luego cuereaba, sacaba las vísceras y dejaba en condiciones de orearse en la carnicería (cuarto fresco aislado de las moscas). Ya con 12 o 13 años Chivero nos permitía ayudarlo en la cuereada del animal sacrificado, enseñándonos despegar el cuero sin dañarlo, como sacar las vísceras y como separar las piezas del animal para estar listas para entregar a los consumidores.
Durante varios años fue cocinero del personal de campo, a cargo de la cocina de “Los Galpones”, buen madrugador para tener listos el asado matinal asi como también la cascarilla para cuando el personal se aprestara a desayunar antes de partir al trabajo.
Manejaba cacerolas de gran tamaño para que el puchero o el estofado allí cocinado pudiera alcanzar para todo el personal que por lo general venia hambriento de las arduas tareas de campo. Ardua tarea
También hacia las funciones de peón de patio en la casa principal (cortar y llevar leña a las casas, cortar yuyos alrededor de la casa, juntar los huevos en el gallinero y llevar los residuos hasta el pozo que estaba atrás de los tamariscos, entre otras muchas tareas). Estas tareas las realizaba cuando mermaba el trabajo en “Los Galpones” en épocas de poco personal. Era ágil en sus tareas y sencillo y simpático en el trato personal.
También me contaba Riqui Munilla la siguiente anécdota sobre Eleuterio;
“Cuando murió Chivero lo llevamos con Tomi y Chavero a la sala velatoria de Lamarque, y allí se lo veló durante toda la noche. Íbamos a cada rato al boliche de la esquina a tomar ginebra porque el frío de julio no se aguantaba.”
"Luego llevamos el ataúd al cementerio en la camioneta, yo iba manejando con alguna velocidad y Tomi me gritaba "más despaciooooo, lo vamos a perderrrrr" y nos reíamos tentados por los zigzags de la camioneta".