Crenz, tajante: "No les voy a dar el gusto, seguiré trabajando junto a quienes comparten mis convicciones"

Lamarque.- Humberto Crenz es el secretario general de la Unidad Básica Justicialista de esta localidad. Nada más ni nada menos que la Capital Provincial del Peronismo, mote bien ganado por aquel peronismo militante, de barricada, que le ponía banca a todo.Crenz se siente bastardeado, ninguneado. Él y sus cercanos. Es indisimulable y la cúpula peronista rionegrina, más algunos dirigentes regionales y lamarqueños, hasta aprueban esa determinación.Está molesto, sí, pero no se amilana; todo lo contrario. La rebeldía redobla la militancia. "Donde sea", dice "y espero ser claro para que no solamente los peronistas lo entiendan sino también los vecinos de Lamarque. Es para ellos y muchos más".Aquí su monólogo"No es fácil ni sencillo dejar un espacio político que ha sido, para mí, forjador de ideas, expresión de ideas y gran manifestación de solidaridad. Un gran aprendizaje he obtenido en todos estos años de militancia en el Partido Justicialista y por eso experimento un gran dolor al escribir estas líneas.Desde hace mucho tiempo he centrado mi vocación política en tratar de servir y ayudar a los ciudadanos de mi lugar en el mundo, mi patria chica que es Lamarque, desde donde me haya tocado hacerlo; sin embargo, en los últimos tiempos desde la dirigencia provincial y local del PJ y del FPV, con diferentes metodologías, se me ha ido corriendo del espacio que merecidamente he ganado; incluso habiendo sido elegido como secretario general de la Unidad Básica. El trato que he recibido no se condice con el que merece cualquier afiliado de cualquier partido. Se me ha negado la participación, me han excluido de la integración a cualquier lista local o regional, me han obturado la posibilidad de competir en internas señalando candidatos a dedo, deliberadamente no he sido invitado a reuniones y actos de campaña en la pasada reciente elección a gobernador; en fin, una serie de hechos y sucesos que en este 2019 me han empujado hacia afuera de mi partido. No ha sido mi decisión recibir este destrato por parte de quienes se han adueñado del justicialismo y han dejado a miles de compañeros afuera del partido para favorecer sus componendas y sus elecciones de candidatos, digitadas entre dos o tres personas que, sentadas en una oficina, lejos de cualquier contacto con la gente creyeron que podían ganar una elección dándonos la espalda a quienes durante años hemos pateado las calles y golpeado la puerta de cada vecino en todos los rincones de la provincia.Mi vocación política me impide quedarme en el lugar que estos dirigentes eligieron para mí: el ostracismo de la reclusión en mi domicilio para que ellos puedan seguir con sus métodos. No les voy a dar el gusto, seguiré trabajando junto a quienes comparten mis convicciones y objetivos para que mi pueblo sea cada día un mejor lugar para vivir, para nosotros, para nuestros hijos y para las generaciones venideras.Están confundidos quienes piensan que para hacer política solo se necesita tener un sello. Para hacer política hay que estar todos los días al lado de la gente, saber cuáles son sus problemáticas, cuales son los males que los aquejan y poner todo el empeño y la voluntad para brindar soluciones sin dejar de empeñarse hasta brindar las satisfacciones requeridas. Y así lo seguiremos haciendo indistintamente del lugar donde nos hallemos. Ahora y siempre".