La suerte está echada

Qatar.- A medida que pasaron los partidos de este Mundial, el país se fue pintando de forma unánime.El sábado fue difícil de andar. Alguien que percibió el humor en el aire escribió en Twitter: "Estamos transitando el sábado más innecesario de la historia argentina".El nerviosismo se impregnó en cada rincón sin piedad. Está claro que a esta altura del partido, el efecto de las cábalas son indiscutidas. Y las dudas sobre qué comer durante la final son infinitas. "La picada no se enfría", se repitió como la receta acorde al contexto, sabiendo que el estómago se puede cerrar.Otros y otras no pudieron dormir bien. Se despertaron más de tres veces en la madrugada cuando eso nunca (pero nunca) les sucede.Eso no es nada. Temprano a la mañana recibí un mensaje de un amigo que me aseguró que soñó el partido con lujo de detalle. Junto a Morfeo tejieron el resultado, goles y momentos imborrables. Me aseguró que lo va a escribir antes de las 12 para ver si luego se corresponde con la realidad. ¿Nos estamos volviendo locos? Puede ser. Afortunadamente nos separan solo apenas un par de horas para el gran duelo ante Francia.En el partido de hoy está la historia del equipo que se levantó de la derrota en el primer partido. "No hay mal que por bien no venga", dijo un periodista en una de las conferencias de prensa al técnico Lionel Scaloni. Y tenía razón. A partir de ese partido se edificó un equipo temible, sólido, atorrante y sonriente. También estamos nerviosos por la película que incluye a Lionel Messi como protagonista. Messi, sí. El tipo del legado de Maradona, su último Mundial, un deseo de Copa para él que trasciende al país y todo eso. El mundo anda con ganas de la foto que ya anida en nuestra cabeza y corazón hace bastante tiempo.Ahí hay una historia de superación. Es el mejor del mundo y no se cansó de intentarlo, una y otra vez, a pesar de la mochila que sólo le toca cargar a él. Cuando la selección no pudo, las miradas críticas y afiladas se depositaron impiadosas siempre primero en él. Y siguió.¿Formación?, ¿equipo? ¿si juega uno u otro, o la línea de cuatro, cinco? Qué me importan esos detalles en una historia tan poderosa que hace temblar a parte del mundo.  Además, a esta altura, la suerte está echada.