Mano a mano con Weretilneck: la familia, una mirada sobre tiempos complejos y su receta para elegir un ministro

Choele Choel.- El ritmo de campaña es siempre intenso, constante, aunque también exige momentos de quietud para compartir pensamientos. En la soleada mañana del sábado, el candidato a gobernador Alberto Weretilneck termina de desayunar,  sube las escaleras e ingresa a un salón en el hotel de Choele Choel para tener una charla más sobre la política, esa actividad que lo cubre desde que tiene olfato.Admite primero que este nuevo y viejo desafío lo encuentra en un momento de mucha reflexión. Siente que debe transmitir la importancia de esta época, un tiempo de profundas transformaciones.Ha recorrido la provincia miles de veces. Entonces puede palpar el vínculo -siempre tan complejo- entre la sociedad y la política. "La relación con nosotros está bien, y no es por ser soberbio. Pero con la política en general no está bien. Hay un rechazo importante por el fracaso", define y agrega que se puede demostrar pocos logros en la vida de la democracia. Y no es que se juzgue el sistema, claro, pero "existe un descrédito por la falta de soluciones"."La gente ve a los partidos tradicionales agrediéndose todo el tiempo, en vez de ver cómo van a resolver los grandes problemas. Vemos esa pérdida de tiempo, y eso pone los pelos de punta de cualquier vecino", asegura.Dice que su familia lo acompañó en la decisión de volver a ser candidato a gobernador. "Los chicos ya están grandes. Y Andrea, mi compañera, es una apasionada de la política". La referencia al pilar que siempre es valioso para cualquier dirigente le permitió recordar otros tiempos, cuando sus hijos eran más chicos. "No haber estado en mi época de gobernador en edades importantes de ellos es mi debe. El hecho de tener que estar siempre fuera de casa, con viajes. Y además estar pendiente de lo que se hacía en el gobierno me quitó muchas horas con ellos".

"En el Senado pude ver lo cotidiano de la provincia con otra óptica. Y lo digo por mi gestión. Tener esta distancia me interpeló constantemente".

En la mesa cuadrada donde sucede la charla, otros dirigentes escuchan atentos "el trailer" de lo que puede ser el próximo gobierno. "Nuestro mandato tiene que estar signado hacia la generación de empleo y la motivación para las empresa que quieran invertir", define convencido Weretilneck.El candidato intenta transmitir que en estos años ha enriquecido su mirada sobre cómo gobernar la provincia. La experiencia en el Senado fue muy nutritiva porque -asegura- aprendió sobre temas importantes que "habitualmente un gobernador no aprende". Y además, el intercambio de ideas con ex presidentes, ex gobernadores fue valioso. "Pude ver lo cotidiano de la provincia con otra óptica. Y lo digo por mi gestión. Tener esta distancia me interpeló constantemente".Es interesante preguntarle a alguien que tuvo la experiencia de ser gobernador, cuál es el criterio para elegir a las y los ministros de un gobierno. "Se elige por conocimiento y experiencia. Y que tengan las condiciones para afrontar los debates que vamos a dar", define con seguridad. En el peso de cada palabra se percibe que esta cuestión es clave en el mapa que Alberto tiene en su cabeza.Mencionó también la posibilidad de que en el gabinete provincial que imagina haya ex intendentes y ex legisladores para conducir áreas críticas. Y no todos serán "verdes". "Tenemos que ampliar la mirada de Juntos Somos Río Negro", apunta y agrega que la mirada de la dirigencia joven también tendrá su lugar "con el objetivo que se formen para reemplazarnos".Después de brindar con suficiente precisión los requisitos para ser ministro en una gestión de AW, hizo una pausa y con énfasis continuó: "No vamos a dejar que las cosas sigan como están por el hecho de que siempre funcionaron así. Esa será la impronta del próximo gobierno".