01/11/2020

Mauricio Orozco: "Quizás la vida me puso en esta situación para dar un mensaje de aliento"

Mauricio Orozco: "Quizás la vida me puso en esta situación para dar un mensaje de aliento"
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Choele Choel.- Un accidente de tránsito intentó arrebatarle todos los sueños, pero el sacrificio y la determinación permitió que eso no sucediera. Mauricio Orozco nació en Choele Choel, vive en Lamarque desde los 7 años  y protagonizó una historia que se transformó en mensaje inspirador. 

Trabajaba en una empresa de Petróleo de Mendoza y el 1 de noviembre de 2007 llegó a Lamarque para visitar a sus familiares. La idea era llegar unos días antes, considerando que había cumplido años el 30 de octubre pero por sus obligaciones no lo habían permitido. Y el 4 de Noviembre del 2007, luego de una cena con sus amigos, decidió ir al boliche a Choele Choel. En la denominada curva de Casagrande, el auto produjo un despiste y luego de varias vueltas, quedó sobre su cabeza. Justo cuando cumplía 21 años.

Fue derivado a General Roca de forma urgente. Las posibilidades de vida vida eran muy pocas, apenas un puñado. Tuvo fractura de cuello, también en la cervical, una lesión medular en C3 y C5.  "Quedé con una cuadriplejia espástica, que afecta el movimiento del cuello hacia abajo", contó.

La obra social de Petroleros lo trasladó a una clínica privada de Neuquén. "Ahí hice toda mi rehabilitación, no fue nada fácil, ya que tenía cuatro paros cardio respiratorios por días, tenía respirador artificial, estaba en terapia intensiva", recordó y agregó que la situación dramática duró un mes, ya que los órganos habían quedado también sin movilidad. "Eso causaba que no me pudieran tener estable, hasta que un día dejaron de sedarme con un coma farmacológico y empecé a reaccionar de la mejor manera, salí de la terapia, sin movilidad, no podía mover la cabeza. Y a fines de enero traté de sentarme en una silla de ruedas por mi cuenta".

Nadie quería que lo hiciera porque no podía mantener su cabeza, además de las lesiones. "Recuerdo que discutí con los médicos, y luego de esto me sentaron, me pusieron unos vendajes en las piernas para que no baje muy rápido la circulación de la sangre", contó Mauricio y dijo que fue la primera vez que se sentó en una silla de ruedas. "Y así fueron todos los días, quería sentarme, sentía que tenía que salir de esto cuanto antes y todo dependía de mí", describió. 

Luego llegó la rehabilitación. Le costó mucho recuperar los pulmones y cuando estaba en la silla, los médicos le decían que lo esperaban en kinesiología y lo dejaban. El pasillo tenía 15 metros y Mauricio tardaba media hora en llegar. En marzo de 2008 lo llevaron a Buenos Aires para realizarle una operación de cadera. Luego volvió a Neuquén para continuar con la rehabilitación. Fue difícil. La vida ya no era la que recordaba.

En 2010 regresó definitivamente a Lamarque. Y con Abel González empezó la rehabilitación en su gimnasio y en la pileta del club Sportsman. En ese momento comenzó su carrera deportiva. Un día Abel le propuso participar del deporte adaptado, y aceptó. Fue parte de la Vuelta a la Manzana en el aniversario de Choele Choel. "Fue una experiencia muy buena, me acompañaban mis familiares y sobre todo sentía las ganas de superación en cada aplauso que recibía cuando iba en mi silla adaptada, un recuerdo muy lindo", dijo. 

"Las primeras visitas que llegaban a casa, lloraban y  yo les decía que no lloren, que en poco tiempo iba a volver a caminar", recordó Mauricio. 

Mauricio considera que, con todo lo que pasó, siempre tuvo una actitud positiva. Las primeras visitas que llegaban a su casa, lloraban. "Y yo les decía que no lloren, que en poco tiempo iba a volver a caminar", contó.

Durante sus viajes a Buenos Aires se entrevistó con una neuróloga especializada, le llevó todos los estudios de la lesión medular, y le preguntó cuales eran las posibilidades que tenía para poder caminar. Y la respuesta de ella fue que con la lesión que tenía "no tendrías que estar sentado, ni siquiera podrías mover tus manos, tu piso ya lo viviste así que tu techo lo creas vos, no vas a tener límites” y desde ese día se mentalizó que siempre podía hacer un poco más.

Luego de la carrera que hizo en Choele Choel, le llegaron muchas propuestas a Mauricio. Primero fue la obra social de Petroleros, le consiguieron la silla de carreras, y ahí empezó a hacer carreras de calle. "Con Pablo Fernández y Alcides Carbajal vimos si podíamos ir un poco más lejos con el deporte adaptado, y creamos “Barracos”, el equipo de básquet adaptado, llegando a competir en las tres divisiones a nivel nacional", contó. 

Luego de su separación de “Barracos” en 2013, llegaron nuevos desafíos, como la convocatoria para integrar la selección argentina. Con algunas prácticas ya quedó en el equipo y en 2015 clasificó para disputar un torneo internacional, el “Caixa” en San Pablo Brasil. "Y ahí puse marca para el panamericano de Canadá. En el torneo Caixa me dieron la categoría, cada jugador tiene un puntaje por la cantidad de discapacidad que presenta, yo por ejemplo en el básquet valía 1 punto y un amputado de la rodilla hacia abajo vale 4 ½", explicó. 

Una vez al mes, debía entrenar en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD). Participó en muchos torneos nacionales e internacionales.  Hasta el 2012, siguió realizando trabajos para la empresa petrolera, en la que trabajaba antes de su accidente, "y en ese año me jubilaron, eso me ayudó para seguir solventando mis gastos y además contando con la obra social de esta empresa". 

"La vida me puso en esta situación, quizás para poder dar un mensaje de aliento a muchos jóvenes que por cuestiones de la vida, sus sueños se vieron frustrados", reflexionó 

"El tema de la integración es muy complicado, en los pueblos es muy difícil", reflexionó y aseguró que sería interesante hacer un relevamiento de los cambios que hay que hacer, "a veces la sociedad no está adaptada para el trato con las personas con discapacidad".

"Hoy soy concejal, elegido en las últimas elecciones en Lamarque, y sé que puedo llegar a lograr muchas cosas. Pero la pandemia nos complicó todos los proyectos que estábamos por realizar, igualmente sigo en campaña para poder adquirir sillas adaptadas para los terrenos de cada pueblo, ya que para que una persona pueda circular sin inconveniente, no es lo mismo las calles de una ciudad, que las localidades de acá donde los suelos son en su mayoría de tierra", explicó. 

Hace unos días con su hijo Benjamín de 12 años hicieron una máquina de sentadillas, lo que sirve para poder pararse, y sirve también para poder estirar los músculos de las piernas. "Desde que la fabricamos la vengo utilizando casi todos los días, esto me permite movilizar de alguna manera muchos músculos que están atrofiados por el hecho de estar sentado", contó. 

Mauricio está casado, tiene 3 hijos que son sus pilares. "Mis hijos me conocieron en silla de ruedas, y es increíble el apoyo de ellos, lo veo en sus miradas, en cada acción que ellos hacen. La compañía de mis familiares y mis amigos es muy importante, ya que cada consejo es bien recibido". 

"No le deseo a nadie, pasar por esto. Pero la vida me puso en esta situación, quizás para poder dar un mensaje de aliento a muchos jóvenes que por cuestiones de la vida, sus sueños se vieron frustrados, pero les digo que no es así. La vida la hace cada uno, como me dijo la neuróloga, el techo lo pones vos, con ganas y énfasis en todo lo que hagas. Hay que seguir luchando por nuestros derechos, y si la sociedad nos acompaña todo se puede realizar de una manera más fácil". 

https://www.youtube.com/watch?v=ejgKagJBeX4

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