¿Qué hace un lamarqueño en Francia? 

Un recorte periodístico sobre la vida y la obra de Nicolás García, el verdadero ‘rockstar’ lamarqueño, escrito por un coterráneo.

Doctor en física en la Universidad Nacional del Sur, investigador, docente, padre, esposo. Vivió cinco años en Europa y es el orgullo del pueblo que lo vio nacer, crecer y al que siempre vuelve por el amor que le tiene. 

¿Te acordás del pibe de García?,  ¿ese que se fue a Francia a seguir con la carrera? escuche en la radio el otro día que hizo algo para ayudar con el coronavirus ¿podés creer? lo que hace el estudio che… 

Nicolás García creció en el seno de una familia trabajadora, oriunda de la localidad de Lamarque, Río Negro. Al finalizar sus estudios secundarios emprendió el viaje hacia la ciudad de Bahía Blanca, Buenos Aires, donde finalizó la licenciatura y doctorado en Física. Posteriormente y para seguir avanzando en sus estudios, tomó un avión junto con su esposa y su primer hijo para vivir primero en Italia y luego en Francia. Este viaje de ensueño para cualquier lamarqueño tuvo como saldo dos ‘Post Doc’ y una hija. Actualmente se desempeña como docente en las UNS y como investigador en el CONICET, e hizo un aporte a la lucha contra el Covid-19.

Él no lo va a decir, pero siempre que lo llaman desde los medios vallemedienses le hacen las mismas preguntas, preguntas que son respondidas con la parsimonia que lo caracteriza. Con una sonrisa en su rostro y en sus ojos algún que otro recuerdo; desde la virtualidad con la que se comunicó con su familia durante cinco años y con la que ahora se comunica con sus estudiantes, García se dispuso a responder esas preguntas que nadie le suele hacer, pero que suelen ser las que más importan. 

-Vos eras muy chico- me dijo -Me acuerdo de vos jugando en la casa de tu abuela en esos años próximos a irnos a Bahía a estudiar con tu tío- es que ese ritual de liberación y de toma de responsabilidades cobra otro sentido en Lamarque. El doctor en física forma parte de ese porcentaje, lamentablemente menor, de vallemedienses que no solo pudieron ‘irse a estudiar’ sino que también pudieron finalizar sus estudios de grado. 

-Mi familia siempre me apoyó, pero nunca supieron bien qué es lo que iba a estudiar- recordaba entre risas -hasta cuando estaba a punto de recibirme, cuando le preguntaban que estaba estudiando, contestaban: Educación Física. Es que al no estudiar las famosas carreras prestigiosas, se hace muy difícil explicarles a tus viejos de que vas a laburar- agregaba con razón el ahora investigador del CONICET. 

-Fue una experiencia muy dura, hasta que te acostumbras a hacerte cargo de todo- agregaba rememorando sus primeros pasos fuera de casa -Bahía me dio mucho: amigos, experiencias, la carrera, mi esposa, mi primer hijo nació ahí. Pero siempre lo vi como ‘de paso’- En ese momento era solo un deseo, pero el entonces Doctor en Física no sabía que sus ansias de superación iban a llevarlo, junto con su familia, al viejo continente. 

-Te sirve mucho irte al exterior- alegaba con cierto desencanto -no porque Argentina no tenga los recursos, ni haga malas investigaciones, sino por la experiencia de trabajar en otros países con todo lo que ello conlleva, además que te suma mucho al curriculum-. 

Dos años que terminaron siendo cinco 

-Cuando decidimos emprender el viaje, las ofertas fueron dos- contestó rememorando la nostalgia de irse y estar aún más lejos de su Lamarque añorado -la idea era irnos por dos años. Alemania e Italia me abrían las puertas y terminamos optando por la segunda opción, por la barrera idiomática y el parecido entre las culturas- 

El desarraigo es uno de tantos obstáculos a sortear cuando estás en el exterior,  aún más sabiendo que, en el corto plazo, no es posible ‘pegar la vuelta’ -Roma es muy complicada para vivir, la forma de vida es muy mala, el transporte público es un desastre, sumado a eso tuve que conseguir otro trabajo para poder subsistir de mejor manera- contaba con cierta molestia -por suerte, desde lo familiar, la experiencia fue muy buena- 

-Nosotros le robamos el nombre a ese lugar escondido en Francia y como venganza ellos nos robaron a Nico-, sin embargo es tan de Lamarque como las calles de tierra, las quejas de siempre y las casas hechas por uno. 

-Me sirvió y me sirve mucho escuchar la radio de allá para no extrañar- dijo en referencia a las emisoras lamarqueñas -Sin embargo sentía que tenía que tener mi revancha en Europa, todavía no era tiempo de volver- ahí llegó el llamado a hacer el segundo ‘Post Doc’  en Francia, transformando así el caos romano en la paz de los Alpes, la familia de tres en familia de cuatro y los dos años en cinco. 

2020: el retorno a la Argentina y el virus

-Mi idea era que mi esposa y mis dos hijos volvieran en Febrero, para poder inscribir al mayor en la escuela y yo volverme los primeros días de Abril para tener tiempo de pasar unos días en el pueblo antes de empezar a trabajar en el CONICET y en la Universidad del Sur como docente- narraba con el alivio de que ahora todo esté resuelto -En Marzo: la pandemia. Toda mi familia en Argentina, yo no había podido embalar las 14 cajas de la mudanza, ni vender el auto que nos habíamos comprado antes de que saliera el último vuelo. Se me vencía la visa de trabajo y el alquiler del departamento. Sumado a todo eso, los vuelos de repatriación salían desde Madrid y todas las fronteras estaban cerradas- 

Lamarque parecía estar más lejos que nunca. -Le pasa a todos los investigadores eso de pensar cómo resolver problemas- afirmaba con muchísima ilusión  -Me llamó el Rector de la UNS, que estaba por entrar en una reunión del comité de crisis de Bahía Blanca, para saber si me sumaba al proyecto. Sin dudarlo le dije que si.- A fines de Marzo al Doctor en Física ‘no se le cayeron los anillos’ y se sumó al desarrollo de un software, como programador.

Para organizarse mejor 

El software permite establecer, de manera rápida, qué necesita cada centro de salud en medio de la crisis sanitaria. Actualmente funciona en la región sanitaria 1 que abarca 15 municipios, 42 hospitales y 10 centros de albergue y aislamiento. Además, ya está a disposición de la provincia de Río Negro y Neuquén. También hubo sondeos de Córdoba y Mar del Plata para obtenerlo. 

Hace unas semanas, dentro del grupo que desarrolló el programa, se está evaluando la idea de que esté a disposición en la web para su libre descarga, aunque si lo solicitas, el equipo no tiene problemas en enviártelo.  

Nicolás García aún no volvió al pueblo después de tantas idas y venidas, pero pareciera que lo lleva consigo a donde va, a tal punto que nunca falta la mención a donde creció cuando lo entrevistan en otro lado. Su travesía lo depositó nuevamente en Bahía Blanca, con su ‘familia chica’ que se hizo más grande en el viaje. Ahora, la ciudad del sur de Buenos Aires dejó de ser un ‘lugar de paso’ y empezó a ser la ciudad donde se desarrolla profesionalmente en sus dos pasiones: la investigación y la docencia. Aunque aquí entre nos sabemos que eligió Bahía por su cercanía con ‘la capital del tomate’.  

Un lamarqueño en Francia disfruta mucho. Disfruta de la comida, de la cultura, de los paisajes soñados, de todo eso que el valle no puede ofrecerte, pero también piensa en hacer su aporte para una batalla que requiere del esfuerzo de todas las personas. Un lamarqueño en Francia no deja nunca de pensar en Lamarque. (Por Santiago Guerrero, estudiante de 4to año de Comunicación Social; [email protected])