"Se necesita cierta inconciencia": la historia de la mostaza que comenzó en el Valle Medio y hoy se exporta al mundo

Leo Merlo es cipoleño y uno de los creadores de un emprendimiento que produce aderezos gourmet que, además de ser exitoso en el plano comercial, asumió la responsabilidad de evaluar su impacto en el medio ambiente. Y todo comenzó en tierras del Valle Medio, específicamente en Coronel Belisle. El origen de Arytza se hilvanó hace 14 años cuando Leo, junto a otros emprendedores, decidieron hacer aderezos focalizados en las mostazas. Primero cultivaron en unos canteros, luego pasaron al desafío de media hectárea y más tarde se trasladaron a Coronel Belisle en dónde pudieron sembrar 10 hectáreas de mostaza. "Entendíamos que las condiciones del Valle eran ideales desde el punto de vista climatológico", comentó. Hoy cuentan con toda la producción orgánica en Allen."La idea fue darle una vuelta de rosca y no usar aditivos, ni conservantes o estabilizantes, queríamos un producto cien por cien natural", explicó uno de los principales responsables del emprendimiento que hace tres años se convirtió en una empresa B certificada.Las empresas B o de triple impacto se obligan por estatuto a incluir en su proceso -además de la rentabilidad- el impacto ambiental y social en la localidad en la que se desarrollan. "Es un proceso exigente. Nuestra fábrica, por ejemplo, está libre de impacto ambiental. Y ahora estamos haciendo la trazabilidad de carbono", comentó.

"Siempre se necesita cierta inconciencia y testarudez y, a su vez, ser flexible en las decisiones", señaló Leo Merlo

Uno de los momentos más difíciles del recorrido fue tomar la decisión de salir de los supermercados. "No podíamos manejar el negocio", sintetizó Leo. Opinó que el negocio del supermercadismo no evolucionó de la misma forma que lo hizo el consumo. En la negociación -continuó- siempre se apuntaba al precio del producto, despreciando otras variables como su calidad.El camino hacia la exportación fue complejo por falta de conocimiento, primero, y porque "resultaba más fácil exportar a Estados Unidos que a los países del Mercosur". Los premios ayudaron a instalar el producto en mercados internacionales robustos. Arytza fue distinguida con la medalla de oro en Inglaterra, también fue seleccionada para integrar el Museo de la Mostaza en Estados Unidos y recibió el reconocimiento como sabor emergente en a Fancy Food de Nueva York. Hoy exportan el 40% de la producción a mercados de Estados Unidos, Alemania, Perú, Uruguay y Paraguay. "Y hace un mes enviamos el primer cargamento a China", agregó con entusiasmo.Cuáles son las claves del éxito. El cipoleño tiene partes de un receta de la empresa que desarrolla hoy 19 productos. "Siempre se necesita cierta inconciencia y testarudez y, a su vez, ser flexible en las decisiones", señaló y agregó que es importante no darle trascendencia a los errores. Sirven -pensó- para construir algo positivo.