"Siempre llevo a Belisle en mi corazón": la historia de Walter, el casco azul que lucha por la paz mundial

Coronel Belisle.- Un casco azul recorre el mundo a través de su profesión y persigue el mantenimiento de la paz. Esta es la historia de un hombre del Valle Medio que desde hace 27 años es parte de la Armada Argentina y hoy cuenta qué se siente ser un defensor de la paz mundial. "Es inevitable las tensiones entre países, ya sea por algún intercambio económico o simplemente por temas políticos, y para esos casos de extremo cuidado y supervisión existen una fuerzas especialmente designadas para velar por el cuidado de la comunidad internacional", explicó Walter Mario Gutiérrez sobre la tarea de los cascos azules o las Fuerzas de la Paz de las Naciones Unidas.Walter tiene 44 años, nació en Choele Choel y su crianza fue en la localidad de Coronel Belisle. Padre, e Infante de Marina. Ingresó a la Armada Argentina en 1994 como personal de tropas voluntarias, y con 18 años decidió hacer la carrera y en 1996 ingresó a la escuela de suboficiales de Infantería de Marina. Egresó un año después como cabo 2 de Infantería de Marina. Hoy con base en Puerto Belgrano, integra el comando de adiestramiento y alistamiento de la Armada.Su vínculo con los Cascos Azules nació por designación de la institución. La primera participación fue en 2001 en Chipre y un año después en Haití. En los próximos días volverá a participar en una misión en Chipre, integrará el UNFICYP (Fuerzas de las Naciones Unidas, para el Mantenimiento de la Paz en Chipre).La República de Chipre, está ubicada en el Mar Mediterráneo, es una isla, que limita al sur de Turquía, al oeste de Siria y el Líbano, al Norte de Egipto e Israel y al este de Grecia.

"Es un orgullo representar a mi pueblito Coronel Belisle, es muy fuerte para mí, siempre lo llevo en mi corazón y lo recuerdo en cada misión en la que tengo que intervenir", admitió Walter

, explicó Walter.Contó que hoy son un contingente de 250 efectivos entre hombres y mujeres. En este caso, integrado por argentinos, paraguayos y chilenos. "Seremos unos 50 infantes de marina aproximadamente", estimó.En estas misiones comparten el trabajo con otros ejércitos, policías de distintos países. "Es muy complejo pero básicamente está el ejército argentino, el británico, el eslovaco, el húngaro y otros ejércitos del mundo. Todos estos países comparten la misma misión, y con todos ellos debemos cumplir estas funciones durante 6 meses aproximadamente", contó.Para Walter, representar a nuestro país es un orgullo. En lo personal hoy es algo común por la experiencia acumulada. "También es un orgullo representar a mi pueblito Coronel Belisle, es muy fuerte para mí, siempre lo llevo en mi corazón y lo recuerdo en cada misión en la que tengo que intervenir".El drama de la pobreza Lo más emocionante que le tocó, admite Walter, es ver en Haití el alto grado de pobreza. Una sociedad totalmente devastada. "La verdad que es muy triste, y lo más emocionante para mí es pisar otros países tan lejos de mi Coronel Belisle", comentó.Reconoce que es muy difícil alejarse de la familia por tanto tiempo. Hay que ser fuerte por un tiempo largo y muchas veces las misiones se prolongan un poco más de lo acordado."Haber vivido durante 6 meses en Haití fue terrible, ver tanta pobreza. Nunca participé de catástrofes como terremotos y esas cuestiones, pero sí tengo compañeros que tuvieron que viajar para prestar colaboración a través de la ONU en esos países", contó.La función de los Cascos AzulesLa tarea de los cascos azules no siempre es estar armados, aclaró Walter, sino también colaborar en llevar alimentos, medicamentos y asistir a las familias cuando comienza algún conflicto entre países.Para ser un casco azul hay que postularse como voluntario y luego la institución realiza la designación después de una selección. Lleva todo un proceso, "dado que debemos tener una aptitud física acorde, según lo exige Naciones Unidas". Se tiene en cuenta la parte física, según exige Naciones Unidas. Y la parte profesional significa que "debes tener las condiciones para estar a cargo de determinadas tareas durante la misión".Contó que en estos días están iniciando la etapa de aislamiento para poder viajar al exterior. Apenas terminen con este aislamiento, ya están listos para sumarse a la misión. "Quiero agradecer a toda mi familia, a mi Coronel Belisle, y decirles que estamos diariamente desde Argentina colaborando en el mantenimiento de la paz mundial", señaló orgulloso.