El pibe de los abrazos

Por Juan José Vazquez (*)La punta de este ovillo es el nene de un ex compañero de laburo, él me empujó a empezar estas simples palabras a partir de su entrega desinteresada. Su sencilla y magnífica actitud consiste en dar por sorpresa y con calma un abrazo a las personas que lo rodean.Es insignificante cuestionarse o buscar el por qué de este acto, más bien la pregunta correcta sería: ¿Por qué no?. Sin buscar las explicaciones,  hay que disfrutar de la sencillez y la calidez de ese gesto y así poder significarlo y agradecerlo.¿Que cómo se agradece algo así? Simple, con una sonrisa, con un halago y más que nada multiplicando su efecto y también su afecto. Porque un abrazo en el momento preciso es (como dice el Dr Lopez Rossetti) el mejor de los ansiolíticos. Porque un abrazo en un momento deseado es un regalo de ternura. Y porque un abrazo en un momento inesperado es sin dudas un regalo celestial.

Cuando un niño, imprevistamente te regala un abrazo, sincero, espontáneo y simple, solamente hay que saber entregarse al disfrute.

Cuando tengas la maravillosa oportunidad de abrazar a un ser querido, hacelo con ganas, con pasión, con entrega. Con la entrega de esa energía positiva contagiosa por excelencia.Cuando veas que alguien lo necesita, ofrecéselo, obsequiá ese abrazo inesperado. Los dos se van a sentir mucho mejor un instante después de entrelazarse entre los brazos. Y si viene acompañado de una palabra de aliento y con la previa de una sonrisa, seguro culmine con el mismo gesto en el otro rostro.Sostener esa sonrisa por algunos segundos, además de motivador, también es sanador de esas pequeñas dolencias que a veces menospreciamos pero que tienen un silencioso efecto.Una palmada sincera, un abrazo, una palabra de aliento  son hechos milagrosos que generan sensaciones estupendas y que provocan que los momentos sean perdurables, amenos, mejores.Eso es UN MONTON.  No dejemos pasar esa ocasión cuando se presente. No permitamos que la vergüenza, la timidez o el temor nos quiten parte de esta magia humana. La sinergia del ambiente, sin dudas, será superior luego de ese simple y atractivo encantamiento corporal.Las variantes son infinitas. Puede ser como una caricia suave, o bien uno intenso y pasional. Puede ser efusivo e impaciente o apretado, como tratando de sostener el instante. Tal vez un abrazo de agradecimiento con mirada previa, o de amor, lleno de romanticismo. Puede representar la amistad de toda una vida o festejar el encuentro tan esperado, la gratitud, y la sorpresa. Uno deeeeee… de lo que sea, porque justamente lo importante es que suceda.Eso ya es significativamente bueno…Les mando un gran abrazo del alma.Muchas gracias por ser parte. (*) Juan José Vazquez, Ing. Electricista, nacido en Choele Choel, actualmente reside en la ciudad de Bahía Blanca. Se autodefine como "un pibe de pueblo que pretende mantener siempre esa esencia". "Padre de familia, ex futbolista, amante del deporte y fanático de River".