28/03/2021

Laura Vinaya: "Lo colectivo es mi motor, haré lo posible por recuperarlo"

Laura Vinaya: "Lo colectivo es mi motor, haré lo posible por recuperarlo"
Laura
Laura

Ella tiene su cuero atravesado por el dolor, por la lucha, por las marchas por pedido de justicia, ella es una guerrera y gestora de los lugares que ocupa. Ella trae en su sangre parte de la Bolivia indígena y de los gringos inmigrantes, ella obedece a su raíz y la mezcla con la mirada del barrio, de lo colectivo, utiliza el Arte como herramienta de transformación. Ella gesta encuentros y los llena de sentidos. Ella es actriz, directora, gestora y ahora Funcionaria del mundo teatral, ella es Laura Vinaya. (Como ya he dicho otras veces, léase en lenguaje inclusivo, aún me estoy deconstruyendo y me cuesta escribir correctamente)

En realidad quiero ser un Artista. A veces lo logro y a veces no. Si sé que quiero de un artista, porque para mí es alguien que además de conocer su oficio, está en profundo contacto con lo popular y lo comunitario, porque es la persona que puede traer luz, que puede traer un espejo, la posibilidad de construir otras formas en una sociedad que es de consumo, patriarcal, neoliberal, racista, machista. El artista es aquel que puede dar esa posibilidad de construir distintos sentidos, pero solo puede hacerlo si se reconoce desde lo popular, desde lo marginal entonces. Si desatiende a eso, el artista se convierte en lo que dice Silvio “lucecitas para escena”, y ya para mi deja de ser artista. El artista está en riesgo, se equivoca, sufre, goza, goza con cada logro de su comunidad y se atreve a ser rechazado también y se la aguanta.Y el arte está considerado en la sociedad como una cuestión valiosa? Como lo ves a eso?Nosotros vivimos en Latinoamérica, nosotros vivimos en la tierra saqueada y entonces eso nos deja más en relación con la supervivencia que con vivir. Yo pienso en los países por ejemplo de Europa, el arte tiene un lugar indiscutido, desde que se nace hasta que se muere, nadie discute su valor. Hay espacio culturales y artísticos por todos lados y todos los países, pero porque? Porque tienen subsanado la supervivencia, y esto es porque saquearon toda esta bendita tierra latinoamericana. Este mundo tiene lugar para todos y todas, pero nosotros vivimos en un sistema colonialista que lo impide, entonces a nosotros nos toca dar una discusión primero de supervivencia, entonces el arte no es pan, el arte no es techo, el arte pareciera entonces que no fuera necesario. Pero pareciera, yo digo que nos parece, porque cuando pasa una murga o un grupo de teatro o una banda musical por un barrio, algo se enciende en cada persona que se acerca, algo lo modifica para siempre pero eso no es medible.Mis dudas pasan también porque esa transformación se extienda a la gran mayoría. ¿El mercado no tiñe esos valores que vos decís? ¿Que pasa con ese dicho “por amor al arte”? ¿Supone una degradación del arte y su relación con los actores que lo practican y los que lo consumen?. Para mí la frase “por amor el arte” también denigra al amor y denigra al arte, es como que no se pudiera amar al arte, solamente amar. Porque es, como amo lo que hago, lo cobro, lo lucho, me parece que nosotros debemos convencernos de que como amo lo que hago quiero vivir de esto. Quiero poder pagar mi comida, con este amor que yo tengo. Porque el amor en esa frase esta puesto como algo que te llueve y siempre pensamos, porque este sistema patriarcal nos ha hecho creer que el amor es una construcción, no se…, de los ángeles, de las musas que te inspiran, y en realidad es un trabajo permanente, la inspiración es un trabajo.Claro no es que vos estas sentado y de algún lado te bajan las musas, un ángel volando y allí te dicen "¡crea, crea!"…  y ahí te nacen todas las ideas y el amor. ¡No, no!. Claro, es un trabajo permanente y casi a oscuras, a ciegas. El artista va incorporando conocimiento, práctica, saberes, metodologías... Nunca sabe para qué, hasta que un día se da cuenta y entonces comienza a generar una producción, pero toda esa producción capaz que tiene 20 años de trabajo porque todo lo aprendido y aprehendido aparece, como que alguien fue metiendo algo adentro, a través de los sentidos, de la razón, y un día sale y se conjuga en una producción. Y ese es el trabajo de amor que una hace. Como que no deja pasar nada, como si fuera cualquier cosa. No, una vive trabajando por amor al arte y entonces eso lleva tiempo, lleva cerebro, lleva pensar, equivocarse, dolor, cansarse, frustrarse. Ese es el trabajo de una artista.

El Grupo Libres a mí me hizo. Yo venía de otras experiencias, pero este grupo me dio la posibilidad de entrar al útero otra vez y nacer

Yo lo que aprendí gracias al macrismo y después a la pandemia, es que el Estado es el espacio más solidario que hay en este sistema capitalista y neoliberal y patriarcal. ¿Es perfecto? No. ¿Es suficiente?, no. Pero es lo más solidario que hay en términos institucionales y solamente por eso, los artistas como ciudadanos y ciudadanas participando desde nuestros lugares, alimentando la idea de un Estado para todos y todas, tenemos el deber de hacerlo, construir sentido para que sea fuerte. Entonces pienso que el estado, si está administrado por personas que creen en esta figura, entonces tienen la responsabilidad y la obligación de acompañar todos los espacios que sean necesarios para fortalecer esta idea. A la ciencia, a la salud, a la educación, a la cultura, a la justicia; es decir todos los espacios de la vida cotidiana tienen que ser acompañados por el Estado, si quienes lo administran creen que el Estado es la salida colectiva en un sistema desigual. Si tienen esa idea, tienen que ir a todos esos lugares y construir idiosincrasia que los fortalezcan.La participación conlleva en sí misma una expectativa y a veces, ésta se da de frente a una pared y entonces pasa a depender de funcionarios que, además, tienen sus propios criterios e ideas y -en mi experiencia- me cuesta creer, porque al estado le cuesta estar presente en el sector cultural.Para mi hay cierta ignorancia, porque a las Instituciones las hacen las personas. Y no hablo de la ignorancia peyorativamente, porque ésta es una circunstancia, además es que al sector lo entiende más aquel que está en él.Nos pasó en Galponeando. ¿Te acordás cuando vino Weretilneck? El vio lo que pasaba y nosotros dijimos varias cosas, como que no nos acompañan en nada para hacer esto y la gente me decía, che como le vas a hablar así al gobernador y ¿Sabes que hizo el Gobernador?. Empezó a poner plata en el encuentro y también nos dijo: "Che yo quiero venir a la inauguración". Y yo le dije: "y si, no hay problema, porque el Estado comenzó a estar presente acompañando".Cuando incluso hay un rédito político los dirigentes ignoran, y no les sale guita. A veces es mandar un micro que pase por el barrio y nada más. Pero ¿Qué pasa?. La dictadura militar hizo muy bien su trabajo, porque desmantelo la idea de la organización para mejorar la vida diaria. La desmanteló. A toda esa gente, que podrían ser hoy nuestros referentes políticos, la mataron. Pero no sólo mataron a las personas, mataron sus ideas. Sembraron el terror y lo que generaron con el neoliberalismo es una clase dirigencial que es de pura chapa y una chapa que, encima, esta medida en términos de diez personas, que son los que rodean al dirigente político. De acuerdo a lo que le digan sus  asesores, estos referentes mueven o no mueven. No hay representatividad, entonces vos ahí ignoras, ignoras, porque ésta te la da el territorio, hay que caminarlo, conocerlo. Cuando vos no haces esto, ignoras. El territorio te da el conocimiento y la representatividad. Esto tiene que ver con la construcción de sentidos, en este caso de sentido político. Muchas personas que llegan a ser dirigentes ignoran las territorialidades y entonces desconocen la importancia que tiene la cultura, incluso para llevarlos a ellos a mejores lugares.Te voy a cambiar el foco, si me lo permitís.  Vos llegaste a Beltrán, te quedaste a vivir, te metiste a trabajar con el Grupo Libres y fuiste un pilar de este grupo. ¿Qué es el Grupo Libres para vos?Para mí, el Grupo Libres (la voz adquiere una emoción bastante grande) es un lugar donde yo crecí un montón. El Grupo Libres a mí me hizo. Yo venía de otras experiencias, pero este grupo me dio la posibilidad de entrar al útero otra vez y nacer. Nacer como una persona que puede gestionar, que puede administrar una sala, programar, actuar, dirigir, sostener un espacio. A mí el Grupo Libres me dio la posibilidad de nacerme y hoy que…..(la emoción deriva en llanto) hoy que tengo un poco que irme, que tengo que alejarme del grupo, siento que el grupo me preparó para que hoy asuma una responsabilidad que es más grande.

Los más antiguos del grupo sabemos que este colectivo tiene como objetivo lo comunitario y la búsqueda del crecimiento personal. Tiene como objetivo un teatro mas social, donde el individuo no sea solamente eso, sino un ser humano con todas sus fortalezas y debilidades y tiene la virtud de trabajar con el Teatro para el Arte y el Teatro Social.

Galponeando fue la posibilidad de ser adulta, fue la oportunidad de ubicarme en mi comunidad. A mi, los pibes y las pibas me enseñaron qué tengo que hacer. Me dicen que tengo que hacer y aprender a dialogar entre generaciones. Esto fue lo más grosso que aprendí en ese espacio. Porque si hay una posibilidad de generar espacios que estén piolas, que sean buenos, que realmente alimenten lugares álmicos, son espacios que tienen la posibilidad de dialogar entre todas las generaciones, reconociendo a cada una en su lugar.Para mí Galponeando es eso, es darme cuenta que están mis mayores, y los pibes y las pibas, e incluso, en los últimos años, empezó a dar lugar a los niños y las niñas que quieren ser parte de este encuentro.Es un mundo posible. Alguna vez pensamos el mundo galponeando. Es un mundo más justo, pero no porque lleve en sí la cuestión de la justicia, sino porque escucha, porque construye en el dialogo, porque alimenta las partes más nobles.  Galponeando alimenta los rituales cotidianos y si no lo tenemos, los inventamos. Ofrece espacios para aprender, no acusa. Trata de comprender, de dar otra oportunidad. No compite, se encuentra. Es decir: un espacio ideal.Una de las constante que tenemos los adultos del grupo es que, junto a nuestros compañeros, no hemos encontrado una manera de armar un encuentro donde la competencia no exista. Sin embargo en el Galponeando la encontramos. Y lo que pasa es maravilloso, porque los pibes disfrutan del trabajo de sus compañeros, se aplauden, se abrazan, se celebra, se llora. Es una fiesta, que es lo que necesitamos los teatreros. Pero contale a la gente que es el Galponeando?(Se rie) bueno, el galponeando es un delirio de Pablo Otazu (nos reimos mucho)Bueno y?......Y sí, porque hay que decirlo, porque si hay algo que agradecerte a vos es que todos los delirios los llevaste adelante. Algunos crecieron más y otros menos pero todos fueron a la práctica, y nos pusiste a todos y todas a laburar en esos delirios. Capaz que en el momento de estar haciendo la tarea decimos "Paraaaa!!! Para!! Pablo Otazu", pero viéndolo en perspectiva digo "¡Joya!. ¡Genial!", porque aparecen unos caminos que dejan una huella tremenda, por eso te digo que Galponeando es un delirio de Pablo Otazu que un día, junto a cinco pibas que se dieron cuenta que no tenían espacio, dijeron "ya que no nos dan espacio, lo vamos a inventar" y lo inventaron. Porque no existía. Y eso es Patagonia. Eso es teatro rionegrino, porque acá nada está hecho, todo lo que se hace se inventa, o lo que se necesita se inventa. Entonces, Galponeando es ese delirio pensado por un adulto y cinco pibas. Y ahí hay una semilla fundamental, porque hay dos generaciones. Hay una necesidad que se pone en evidencia y hay una tarea conjunta para subsanar esa necesidad. Hay una organización. Esa es la semilla de Galponeando. Después todo lo que ha sido en estos 16 años, es ver crecer esa semilla que no se aleja de ese momento primario, que lleva delirio, organización, vislumbrar una necesidad y subsanarla y el dialogo intergeneracional. Yo digo que existe antes que nosotros. Que ya era y lo que hicimos nosotros es develarlo. Y hoy descubrimos como son sus frutos, sus raíces, su tronco, vamos descubriéndolo pero está ahí y creo que tiene que ver con una esencia más noble de la humanidad, eso es. Yo digo que es como un espíritu. Siempre digo pidámosle a Galponeando qué hacer, cómo resolver, que todo lo que se decida para Galponenando tiene que ser allí, en ese momento y en ese espacio. Porque solamente cuando lo vivimos, lo dimensionamosA veces nosotros queremos contarle a gente que ni siquiera está cerca del arte y no encontrás palabras para transmitir. Porque es vivencial el tema. Es muy difícil la transmisión, hay que vivirlo...Mira, hay gente que ha venido de Buenos Aires, de Brasil, de Chile, de Colombia, y todos me dicen que no hay otro espacio como este. Yo no conocí otro espacio como este. Todos quieren volver, se van modificados. Todos se sienten parte de una familia y eso, en esta sociedad, es oro.Pensá: Vos estás cuatro días con un desconocido y ¿Qué le ofrecimos?. ¿Le ofrecimos un recital de Wos?, ¿Un premio a la mejor obra?,  ¿Un remera?,  ¿Un regalo importante?. Nada de eso. No hay éxito acá. No hay nada que sea exitoso. No le ofrecemos nada a los pibes, digo en términos que se copen y sin embrago se copan. Hay espacios que se construyen, se abrazan, hay que hacer fila para servirse  la comida, para lavar los platos, hay que acomodar. Hay que ir a los talleres, perfeccionarse, hacer reuniones para la discusión colectiva es decir no podes creer que los pibes en este contexto estén tan llenos, tan felices.A veces pienso -es un delirio- sembrar escuelas Galponeando. ¡Vos lo sabes!

Alguna vez pensamos el mundo galponeando. Es un mundo más justo, pero no porque lleve en sí la cuestión de la justicia, sino porque escucha, porque construye en el dialogo, porque alimenta las partes más nobles.  Galponeando alimenta los rituales cotidianos y si no lo tenemos, los inventamos. Ofrece espacios para aprender, no acusa. Trata de comprender, de dar otra oportunidad. No compite, se encuentra. Es decir: un espacio ideal.

Mi idea es porque yo vivo la escuela secundaria. Esta es un poco más amable que la otra que teníamos, pero pienso en escuelas, instituciones, como las Waldorf pero que sean Galponeando. Que ese espíritu pueda aplicarse en una escuela donde se desarrolle todo eso que hablamos.Yo creo que todo es posible, en otras épocas se trabajó la línea de Educación por el Arte que no estaba muy lejos del espíritu galponero, así que todo es posible.Mira yo lo que aprendí de vos es a delirar (nos reímos). Porque vos sos mi referente más fuerte en cuanto a la gestión, porque fuiste Secretario de Cultura, varias veces fuiste Presidente de Libres. Lo que aprendí es la gestión creativa de vos. A vos se te ocurre un delirio y al toque empezás a unir cómo se puede hacer. Pero vos no pensás un delirio para tu ombligo, sino pensás en la comunidad en lo colectivo y a mí, eso es lo que me gusta de libres, no sé si la impronta se la pusiste vos o quienBueno creo que lo hicimos entre todos, yo nada hubiera podido hacer si no hubiera estado Nidia, Hugo, Aristimuño, Eduardo y otros tantos, siempre necesitas de los otros.Bueno pero yo pienso en eso de la gestión creativa, y vos no te transformas en un burócrata de la gestión, sino que estás creando permanentemente, y eso es muy interesante de ver. A mí me encanta ese lugar. Recién lo puedo nombrar ahora a esto de la gestión creativa. Lo digo desde mi experiencia. La gestión que parece un lugar tan burocrático, tan de rosca; puede ser distinta, porque el delirio que -en este caso yo lo veo como un valor- se concreta.Quiere decir que es posible un mundo mejor, incluso con un poder judicial que sea para el pueblo. Llevándolo a mi lucha personal y también colectiva y con todo lo que significa la lucha con un muerto en los brazos; yo creo que encontré la fuerza para acompañar a Julieta porque estaba el teatro en mi vida. Por eso digo que el teatro salva.¿Y cómo está el teatro en la Provincia?. Ahora te lo pregunto en tu nueva función de Representante Provincial del Instituto Nacional del TeatroYo creo que está como el mundo: como confuso, como lleno de cosas muy nuevas, muy diferentes, que tratan de convivir con lo que fue. Como que hay una puja entre la historia y lo nuevo, entre los jóvenes y los viejos. Hay una puja de construcción de sentidos y eso es muy interesante que ocurra. Se generó una Asamblea. Obviamente no es ni el principio ni el fin, pero es un camino y a mí me interesa alimentarlo. No por la asamblea sino por la posibilidad del debate, por la práctica ciudadana del debate en el ámbito político, en el territorio donde se toman la decisiones institucionales. Y creo que es uno de los pocos lugares donde se da, por lo menos en la Patagonia.En Rio negro el colectivo teatral es el más organizado, involucra a los grupos y a las salas. El 50 % de las salas de la Patagonia están en Rio Negro y no son espacios privados de un productor dueño, sino que son forjados de cero, con colectivos que van y vienen. Muchos con más de 30 años de trayectoria, yo siento esa gratitud de decir: "¡Ah, qué lindo es pertenecer a este movimiento!". Siento una gratitud inmensa.¿Y cuál es el punto más flojo del teatro rionegrino?, porque siempre nombramos los puntos más fuertes, las salas, los grupos, asentarse en un teatro grupal -que no es lo mismo que el teatro de elencos- (siempre hago esta diferencia porque me parece importante, el grupo es una generación de historia, de identidad, de trayectoria juntos, o sea los colectivos tienen que perdurar y eso no es fácil. En cambio los elencos se juntan para una obra o un objetivo común y cumplido ese objetivo se disuelve, puede nacer de un elenco un grupo de todas maneras). Todo esto son fortalezas del teatro rionegrino, tener salas propias -muchos grupos la tienen- ha sido un trabajo también desde el embrión de las organizaciones la Coordinadora de Teatro Rionegrino, luego Arte (Asociación Rionegrina de Teatro) y ahora la Coordinadora. Nada es casualidad. En la primera época, se trabajaba sin plata y, para encontrarnos, teníamos que viajar. Un esfuerzo tremendo, pero había ganas de participar y se discutía casi sindicalmente. Hacíamos encuentros pedagógicos de perfeccionamiento. Ese fue el ADN, por eso la organización emerge cada vez y hoy tenemos una Asamblea, pero ¿Cuáles serían las necesidades más inmediatas del teatro de la provincia?Bueno yo pienso que las necesidades tienen que ver con la sintonía fina, como decía Cristina, que es profundizar sobre lo realizado o lo logrado. Tenemos las salas, tenemos los grupos, tenemos un teatro que se vislumbra en la comunidad, pero ¿Qué hay después?, ¿Qué viene?. Yo pienso que este mundo que nos toca vivir -que es un mundo peor- nos pone en jaque, incluso al colectivo teatral. ¿Para qué hacemos teatro?. Antes hacíamos teatro para el grupo, para la comunidad, había un montón de respuestas para ese para qué. Ahora, como todo ese mundo se ha derrumbado, nos tenemos que volver a preguntar "¿para qué?".  Porque el Artista no puede descontextualizarse, no puede querer seguir haciendo el teatro que hacía, porque el mundo se quebró. No podemos seguir diciendo "¡decime que no cambio nada!, decime que no cambio nada!".  Siiii ¡cambio todo!. Entonces el teatro rionegrino se tiene que empezar a preguntar hacia dónde se encamina. Yo pienso que podría ser hacia la organización institucional, y eso sería maravilloso porque nos permitiría volver al debate permanente, disentir, dialogar y construir,  eso habla de una madurez adquirida.

Nosotros tenemos muchas cosas resueltas, nos debemos preguntar qué queremos porque se vienen tiempos muy difíciles, más de los que vivimos.

Bueno en ese sentido Rio Negro es una provincia muy federal en la producción teatral, en teatralidad porque hay teatro en todos lados. Menos en la línea SurBueno ahí esta una de las debilidades, hay que ir a la línea Sur, hay que fomentar el teatro, hay que apuntar a que en los 39 municipios de la Provincia haya teatro. ¿Cual sería tu mirada ahora como funcionaria del I.N.T.?Tengo algunas ideas. Creo que hay que ir hacia un teatro necesario, creo que el Estado debe sostener una actividad necesaria. ¿Qué es lo necesario?.  Bueno, hay que ir a escuchar, a los grupos de teatro, a las comunidades, cómo están viviendo esta nueva experiencia y tratar de ver qué caminos posibles hay para acercarnos a la comunidad.En la pandemia quedamos muy alejados, y creo que el colectivo teatral quiere volver a la escena, pero hay una pandemia y pienso que el mundo se va a configurar en pandemia y entonces, ¿Cómo nos vemos en un mundo así, que imposibilita el encuentro?. Antes el enemigo era el otro, la línea divisoria ¿Dónde estaba?, las fronteras ¿Dónde estaban?: En los países.En la pandemia las fronteras están en la puerta de mi casa, se hacen más pequeñas y más numerosas, entonces pienso que hay que colaborar en la construcción de un sentido solidario en la comunidad y que el estado tiene que acompañar esa construcción, esa ciudadanía y el Artista, el teatrero tiene que contribuir a esa construcción más que nunca. ¡Más que nunca!, porque tenemos una situación extrema de desigualdad. Entonces pienso mucho en cómo vincular al espectador nuevamente con el teatro. Pienso en cómo los espacios de sala de teatro se pueden sostener en diálogos con las grupalidades, con la comunidad .En cómo los grupos esos -que vos decís que no son elencos fortuitos-  pueden sostener sus actividades que siempre son diversas y que van más allá del teatro como producto. Pienso en los jóvenes y sus espacios de creación y de encuentro y voy hacia la escucha.Recién empiezo, recién arranco, recién estoy encontrándome con los grupos. Con muchos estoy en sintonía de pensamientos y con otros no y habrá que saber acompañar esos espacios donde una no se siente tan a gusto, por su historia.Tengo la posibilidad de reconocerme hoy, en un estado personal de una cierta madurez que me ha dado el dolor, que me permite “dar lugar” sin juzgar tanto y tratando de vislumbrar que la tarea es lo común y lo importante. No es ser la mejor representante, es una tarea, es el teatro.

Julieta (Vinaya, madre de Atahualpa) me diría: "Es el lugar que te corresponde, porque tenés un aprendizaje por la justicia, entonces no te vas a olvidar de donde venis".

Yo creo que esa piba sonríe, entiende lo que le tocó vivir en su momento. Yo fui madre a los 22 años y justo cuando empezaba este mundo del teatro, y fue duro maternar y vivir del teatro. Porque yo vivía del teatro, hacia luces para tres elencos, hacia giras, iba a festivales, hacia malabares en los semáforos, animaba cumpleaños, entonces yo creo que sonríe y entiende que todo lo que se esforzó y todo lo que fue muchas veces doloroso, esta reconocido. Creo que ella sonríe por todo eso.No me veo muy diferente, no me siento muy diferente, entonces me mira, sonríe, y me dice joya!!!Y vos que le decis a ella?Que está todo bien. Que pase lo que pase, siempre es para mejor. Vos me decís "todos los logros" y yo me doy cuenta cuando vos me lo decís. Y si, me siento como que... más vale que fueron logros. Nada me fue dado pero no me siento víctima de nada, pero me tocaron experiencias que no vivieron otras personas y, en esto, digo la situación de vivir un hecho de injusticia en la propia familia, de impunidad, es una situación muy extrema que no sólo me involucra a mi sino que me hace parte de un colectivo de impunidad. Entonces siento que fue doloroso, muchas veces difícil pero estuvo bien.Muchas veces pensaba ¿Para qué me pasa esto? ¿Para qué matan a Atahualpa?. Pensar ¿Por qué lo matan?. Y Julieta (su madre) me enseño a pensar para qué (su voz se quiebra). Y bueno, ella pensaría que estoy en el lugar que tengo que estar, porque estoy en un lugar colectivo. Porque no me siento en un lugar de privilegio, estoy en un lugar de responsabilidad, de trabajo. Y pienso que Julieta me diría: "Es el lugar que te corresponde, porque tenés un aprendizaje por la justicia, entonces no te vas a olvidar de donde venis".Si tuvieras que elegir una obra de las que has hecho elegirías alguna?Bueno, Pillpinto es mi proceso creativo personal en el que vos me acompañaste. Habla de mí. Pero después la experiencia de "Desbarrancadas" -que me llevo a hacer funciones para 500 personas con un aplauso cerrado de  minutos, acá, en Chile, en una escuela, en un barrio- sentía que de repente teníamos un hit, un trabajo hecho a conciencia, con gente de acá. Esa  fue una gran experiencia. Después "Muerta pero no tanto", que tenía un humor ácido que a mí me gusta tanto pero que muchas veces me trae problemas. Después por supuesto desde la dirección con los adolescentes y el teatro comunitario de Lamarque.Siento que el teatro te deja en el lugar que te corresponde, los papeles que te tocan hacer siempre tocan un lugar tuyo.

El teatro me puso a  hacer cosas que nunca me hubiera animado hacer, y a explorar en mi personalidad, cosas desde el cuerpo desde un lugar maravilloso por eso digo que el teatro me salvó, entre otras cosas. Yo soy parte del 90 % de las personas que ha sido abusada, he sido abusada cuando niña y el abuso deja huellas inmensas en el cuerpo y la psiquis y el teatro me permitió vivir experiencias en el cuerpo y en la psiquis que me ayudaron. Lo digo con la intención de llegar a aquellas personas abusadas y que no se animan a hablar, el teatro transforma.

(*) Por Pablo Otazú

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