Preocupación por el bajo caudal en el río Negro: "Hay que tomar conciencia para abordar el tema con seriedad"

Valle Medio.- En julio del año pasado la Autoridad de Interjurisdiccional de Cuencas de los ríos Limay, Neuquén y Negro declaró la emergencia hídrica sin fecha de finalización y después de más de 10 años de caudales aportados inferiores al mínimo promedio.La declaración de emergencia hídrica obliga a las concesionarias a la disminución de la generación hidroeléctrica, ajustada a los caudales mínimos que aseguren los servicios esenciales, consumo humano, riego y uso industrial.El interventor del consorcio de 2° grado, nombrado por el D.P.A, ingeniero agrónomo Marcos Pignol señaló a 7 en Punto que la AIC tiene normas específicas para controlar el uso del agua, la integridad de las presas y exigir el cumplimiento de ciertos parámetros a los concesionarios. "Atravesamos la reciente temporada con caudales que fueron de los 370  a 400 m3, suficientes para el riego por gravedad, tanto de la margen norte como de la Isla Choele Choel", comentó.El ingeniero agrónomo mencionó que más complicaciones hubo en los bombeos directos del río, "sobre todo en brazos secundarios donde la merma fue más notoria". Dijo que hay que tener en cuenta que con bajos caudales se disminuye la capacidad del transporte de sedimentos, por lo que se favorece la formación de embanques, pequeñas islas y el avance de la vegetación sobre el cauce disminuyendo la sección y capacidad de conducción.A partir del fin de la temporada de riego (21/22), el 1° de mayo se procedió a una disminución muy significativa del caudal del río, la que se prolongará hasta mediados de agosto. Hoy ese caudal ronda en los 205 m3 erogados en saliente de compensadores, suma de las presas de Arroyito, sobre el Limay (170 m3) y el Chañar en el Neuquén,(35 m3), que resultan suficientes para el abastecimiento de uso humano, industriales y reservar agua para la próxima temporada 2022-2023. De esta forma, apuntó Pignol, se responde a la planificación de la emergencia hídrica declarada.Esos caudales serán modificados si la situación meteorológica lo determina. "El año pasado la capacidad de las presas estaba a un tercio del total cuando se tomó la decisión de declarar el estado de emergencia. Y además continúa aún vigente la declaración de sequía", recordó.En lo referente al riego, Pignol dijo que debemos que corresponde. Hay muchas herramientas para utilizar que deberían formar parte de la rutina pero dada la abundancia, las abandonamos. Fundamentalmente las vinculadas a las limpiezas, mantenimiento y mejoramiento de los sistemas de riego. Estas tareas, además del sistema troncal, a cargo de los consorcios y/o estado, incluye a los canales comuneros, acequias internas, sus compuertas, puentes, nivelación de los cuadros. "Es responsabilidad de los regantes. Todo debe estar en correspondencia para que, aun con bajos caudales, se pueda regar y satisfacer la demanda de los cultivos", dijo.El mantenimiento del sistema de riego debe estar entre las tareas prioritarias del productor o el regante, "y es en este periodo de corte se deben doblegar los esfuerzos para posteriormente iniciar una nueva temporada en la mejores condiciones".En el caso de los bombeos directos del río, el ingeniero agrónomo indicó que se deberán tomar las previsiones en función de las condiciones que los bajos niveles del río van a imponer, sobre todo cuando están instalados sobre brazos secundarios del río Negro, donde no alcanzará solo la extensión de los chupones. Consideró que se debe consultar a la autoridad correspondiente, DPA, antes de ejercer cualquier intervención sobre el río; de las acciones responsables del Estado, Consorcios y Productores dependerán que podamos superar las dificultades".